Nuevo León en la perplejidad

Lo relevante ha dejado de ser si el presidente Andrés Manuel López Obrador ha intervenido indebidamente en el proceso electoral de 2021. Pienso que no ha sido así porque él solo denunció, como era su obligación, un presunto ilícito cometido por el candidato del PRI a gobernador, Adrián de la Garza.

Hay argumentos para pensar que la ley electoral le impedía hacerlo, pero al mismo tiempo sobran razones para concluir que AMLO simple y sencillamente cumplió con un deber ciudadano elemental: informar a la opinión pública y a la Fiscalía General de la República de hechos probablemente ilegales que conoció.

Con Ildefonso en Washington

Ya se verá si las investigaciones de la FGR llevan a una sanción tan fuerte y rápida —prisión preventiva— que le quite la candidatura a gobernador a Adrián de la Garza. Pero, por lo pronto, el priista De la Garza se ha defendido: acusó al presidente López Obrador de intromisión electoral pidiendo la intromisión de la OEA en el proceso electoral de Nuevo León. ¿Hizo lo correcto? Sí, para algunos; no, para otros observadores.

En su protesta en Washington, a De la Garza lo acompañó un priista conocido y prestigiado, Ildefonso Guajardo, exsecretario de Economía y negociador del tratado de libre comercio con Canadá y Estados Unidos.

Ildefonso estuvo con Adrián en la capital estadounidense para que no quede duda de su lealtad al todavía candidato, es decir, para que, en caso de que De la Garza perdiera la candidatura, el grupo político de este hombre apoyara al extitular de Economía como candidato sustituto. Y es que, aunque Guajardo es por mucho la mejor opción del PRI, los dirigentes de este partido en Nuevo León, todos subordinados al exgobernador Rodrigo Medina, podrían operar para que fuera otro medinista quien se quedara como abanderado del priismo.

Los votos perdidos

De lo que no hay duda es de que el PRI tiene un ‘plan b’, que como están las cosas en los sondeos más recientes, quizá debería convertirse en el ‘plan a’ del priismo, le quiten o no la candidatura a Adrián de la Garza. Porque, seguramente debido a las acusaciones en su contra, De la Garza ha caído bastante en las encuestas rápidas que se han aplicado en Nuevo León en los últimos días.

¿Quién se ha quedado con los votos que ha perdido Adrián? Se los han repartido el panista Fernando Larrazabal y el candidato de Movimiento Ciudadano, Samuel García. A la que no ha beneficiado la debacle del priista es a la representante de Morena, Clara Luz Flores.

Los cargos contra Samuel

Sorprendentemente el candidato de Movimiento Ciudadano no ha bajado en los sondeos rápidos que he visto; inclusive ha crecido. ¿Por qué si los cargos en contra de Samuel García se ven mucho más graves que los lanzados contra Adrián de la Garza? Pienso que se debe al carisma de Samuel y al de su esposa, Mariana Rodríguez.

Así las cosas, si Samuel resistiera la embestida de la FGR, con toda certeza ganaría las elecciones de gobernador de Nuevo León. Pero, en el supuesto, para nada irreal, de que la fiscalía y el poder judicial actuaran velozmente y lo castigaran con prisión preventiva, lo que le quitaría la candidatura, ¿caerían en las encuestas el partido Movimiento Ciudadano y el sustituto de Samuel García?

El sustituto

Aunque no queda claro quién representa el ‘plan b’ del partido fundado por Dante Delgado, lo lógico es que lo reemplazara alguno de sus militantes —el ideal sería Luis Donaldo Colosio Riojas, pero este ya es candidato a presidente municipal de Monterrey—; lo que sea, queda la duda de si con una sanción fuerte contra Samuel perdería apoyo ciudadano la opción naranja.

En el caso de que MC dejara ir votos...,

¿A quién beneficiarían los votos que podría perder Samuel? ¿Se irían al PRI? ¿Se los quedaría el PAN, cuyo candidato, Larrazabal, se ha mantenido lejos de los escándalos? ¿Regresarían a Morena (no olvidemos que Samuel creció con la brutal crisis de Clara Luz por el video en el que charla muy animadamente con Keith Raniere, convicto líder de una secta)?

En principio, parecería lógico que los votos de Samuel, que alguna vez pertenecieron a Clara Luz, volvieran a su dueña original. Pero, para que esto ocurriera, la candidata de Morena y sus asesores deberían diseñar y aplicar una estrategia que convenza a la gente de Nuevo León de que ella nada tiene que ver con las investigaciones contra Adrián y Samuel.

Pero, hasta el momento, en el equipo de la morenista no han sido capaces de demostrar que serían simple y sencillamente justos, y no trampas electorales, los posibles castigos a los candidatos del PRI y de MC. En fin, Clara y sus estrategas tendrán que hacer la tarea, y ya no les queda demasiado tiempo para alcanzar a los punteros.

La estratégica renuncia de Samuel

Ante la duda de si la FGR procederá en su contra, ¡y en contra de su familia! —antes o después de las elecciones, lo mismo da—, el candidato de MC debería empezar a buscar a quién entregar su candidatura hasta el día de hoy ganadora y que, si sabe mover sus fichas, será mucho más fuerte gracias, precisamente, a que lo persiguen la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera.

Me dicen que Dante Delgado, dirigente moral de MC, afina la siguiente estrategia:

1.- Si la FGR lograra prisión preventiva para Samuel García antes de la jornada electoral: (i) Dante y sus colaboradores declararían en todos los tonos, y todos los días, que Movimiento Ciudadano no cambia de candidato, que mantiene su apoyo al encarcelado Samuel porque es víctima de una injusticia y que se atiene a las consecuencias de esta medida de desobediencia civil; (ii) días antes de las votaciones, por responsabilidad con los electores, Dante y sus colaboradores anunciarían el cambio de candidato, quien de manera natural se quedaría con todos los votos de Samuel —cuyo nombre seguiría en la boleta— y sería gobernador de Nuevo León.

2.- Si en MC encuentran razones para pensar que la FGR judicializará las acusaciones contra Samuel García y su familia hasta después de las elecciones, entonces, para evitar el escenario que más conviene a Morena, el de la anulación —que daría al partido de izquierda una segunda oportunidad de pelear por la gubernatura—, Dante y sus colaboradores convencerían a Samuel de que, días antes de las votaciones, renunciara a su candidatura, esto es, que como “ciudadano responsable” se pusiera en manos de la fiscalía y que apoyara a un sustituto. Esto significaría la victoria para MC.

Dadas las circunstancias, no sería difícil para Samuel aceptar un plan así, ya que si de cualquier modo la FGR lo va a perseguir, lo mejor que puede hacer para pelear su caso es contar con la ayuda del gobernador de Nuevo León, quien no solo sería un militante de su partido, sino que le debería el cargo. Esto parece más sensato que quedarse sin la victoria por una anulación electoral y, además, enfrentar sin apoyos políticos los procesos penales que ya se han anunciado.