No ha sentado muy bien a algunos en Estados Unidos la elección del papa León XIV como líder de la Iglesia Católica. Me refiero en particular a una buena parte del trumpismo y a los medios de comunicación de derecha, tales como Fox News y otros adictos a los mensajes del presidente estadounidense. Han recordado en sus medios el pasado “liberal” del obispo Prevost, así como sus críticas al endurecimiento de las políticas migratorias de Washington.

Conviene recordar que los católicos estadounidenses están profundamente divididos en términos políticos. Mientras unos desprecian el mensaje de Trump, derivado principalmente de la vulgaridad del presidente y de la retórica racista y anticristiana contra los migrantes, otros han decidido abrazarlo pues repudian el “wokismo”, el aborto y la apertura hacia temas controversiales como la transexualidad y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

En todo caso debe recordarse que alrededor de 50 millones de estadounidenses se definen como católicos y suelen tener participación en los comicios. Y a la vez, conviene igualmente recordar que una buena parte del electorado de esta religión votó por Trump y Vance en los comicios del año pasado.

Ahora bien, el mensaje y la personalidad del papa León XIV han sentado mal porque se enfrentan a la dura política migratoria de Trump. Lo mismo sucedió con Francisco. Sin embargo, a diferencia del papa argentino, Prevost es estadounidense, les habla en inglés y cuenta con un fuerte poder blando frente al electorado católico estadounidense.

Los mensajes de concordia y reconciliación lanzados desde Roma bien podrían mover a una parte del electorado católico estadounidense. Si bien es muy pronto en el tiempo para vaticinar un giro en las preferencias políticas, sí que se antoja probable un cambio, especialmente dadas las estrechas mayorías legislativas de los republicanos sobre sus contrapartes demócratas.

En otras palabras, Trump, JD Vance y los propagandistas de Fox News no ven en el sumo pontífice una fuente de inspiración cristiana, sino una amenaza que se cierne sobre las bases trumpistas con miras a las próximas elecciones intermedias.