Vivimos tiempos no solo de transformación en las políticas públicas del territorio nacional, sino también en temas que han profundizado un cambio al paradigma social como lo es, hoy en día, la igualdad de género que, dentro del ejercicio público del país, ha encontrado un equilibrio reconocido por la constitución política y diversas leyes como sustento jurídico donde las mujeres gozan o disponen de mecanismos de equidad.

Para ello, se han tenido que promover instrumentos legislativos que han ofrecido un abanico amplio en el marco constitutivo en derechos para que -las condiciones en todas las áreas- mejoren para las mujeres. De hecho, un proceso histórico fue haber atestiguado el primer pleno -donde hombres y mujeres- con la facultad que la sociedad les otorgó, integraron una equidad de 50-50, es decir, mitad senadores y mitad senadoras pues recordemos que, tiempo atrás, la proporción de mujeres era de una por cada seis hombres.

Al adoptar este tipo de mecanismos legislativos nuestro país comenzó a cultivar los frutos luego de años y años de lucha social en que esperamos que, está igualdad que estamos viviendo, fuese reconocida por la constitución política, así como muchas leyes que brindan esa garantía que ha generado un impacto positivo.

Pese a que falta alcanzar la equidad en todos los órganos de gobierno y otros temas pendientes, la legislatura actual sigue avanzando en reformas significativas desde el 2019. De hecho, está legislatura en particular, sigue haciendo cosas importantes como lo que pasó hace unos días donde los y las senadoras de todos los partidos avalaron reformas al Código Penal Federal y la Ley General de Salud, a fin de prohibir y sancionar penalmente las terapias de reorientación sexual, conocidas como ECOSIG (Esfuerzos por Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género).

Fue un gran avance en materia de equidad e inclusión. Incluso, recuerdo que, ese mismo tema, recibió buenos comentarios pues plasmar temas tan importantes genera una corriente de opinión positiva, en especial porque vivimos tiempos de transformación.

Qué bueno que, en el Senado de la República, siga predominando esa apertura donde colectivos y asociaciones civiles siguen haciendo uso de ese espacio legislativo para manifestar sus inquietudes en un marco de respeto. Definitivamente esta legislatura actual ha marcado un precedente significativo no sólo en el número importante de reformas constitucionales que son el sostén del proyecto de la 4T, sino como un epicentro plural y flexible que continúa acompañando las causas de inclusión.

De hecho, ayer estuvieron presentes el “Colectivo 50+1″, grupo que busca el empoderamiento de las mujeres que participan activamente en la vida pública de México. Durante ese encuentro realizado en el Senado de la República, el coordinador de los senadores de Morena, dijo que promoverá la creación de un observatorio ciudadano que dé seguimiento a los avances legislativos en materia de equidad y contra la violencia de género.

Recordó que las dos cámaras del Congreso han aprobado reformas en materia de paridad, como una estrategia conveniente para garantizar la presencia de las mujeres en órganos de decisión en la vida política, económica y social del país.

No obstante, dijo que el observatorio contribuiría para avanzar en distintas leyes que están pendientes de dictaminar en beneficio de la paridad y contra la violencia de género.

Finalmente, destacó que el observatorio debe incluir a instituciones educativas, organizaciones de la sociedad civil, legisladoras y legisladores federales y locales, que sea encabezado por el “Colectivo 50+1″.

Reconozco desde este espacio esa apertura a todas las voces que han levantado la mano para participar en temas de la agenda pública; la equidad debe ser, hoy y siempre, un rubro que debe seguir avanzando para continuar superando barreras pues hemos escuchado, con mucha atención, ese llamado de los colectivos de mujeres no sólo como mecanismo de fomento y expresión, sino como un impulso a favor de construir instrumentos legislativos a fin de contribuir en el empoderamiento.