No cuestiono a Carlos Loret de Mola por publicar lo que le mandan algunos políticos y empresarios evidentemente con poder y dinero y, por supuesto, sin escrúpulos. Ese es el trabajo del señor Loret, y el empleo de las personas se respeta.

Para acosar eficazmente a un gobierno se necesitan las tres características mencionadas: tener poder, haber acumulado un gran patrimonio y carecer de escrúpulos para decidir utilizar tan amplios recursos políticos y económicos en tareas de espionaje. ¿En quiénes pienso? Sin duda en Roberto Madrazo, patrón de Loret; en Claudio X. González, empresario tan cercano a Carlos Salinas, y en los lideres del PRI y el PAN. Conste, siempre pienso en ellos cuando queda claro que se espía a AMLO, pero no significa que necesariamente los acuse.

Las casualidades no existen. No en política. Andrés Manuel acaba de decir que un pequeño grupo de potentados debe 100 mil millones de pesos de impuestos y que les va a cobrar..., y enseguida el periodista favorito de la oligarquía se mete de manera fea con las fuerzas armadas.

No son buenas personas quienes entregaron a Loret miles de documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional ilegalmente obtenidos. Pero, desde luego, el periodista solo cumplió con su obligación laboral al difundirlos.

Un momento, antes de continuar entendamos lo que hay de fondo en tales filtraciones. No hay nada, esto es, nada relevante.

Vale decir, nada que no se supiera. ¿Que AMLO dio la orden para liberar a Ovidio El Chapito Guzmán y así evitar una tragedia en Culiacán? Desde hace bastante tiempo lo admitió, con valentía, el propio presidente de México. ¿Que Andrés Manuel tuvo covid? Por favor, media humanidad debió torear al terrible bicho y, afortunadamente, la mayoría de la gente lo superó. ¿Que López Obrador ha tenido que ir al hospital a revisiones médicas relacionadas con su viejo problema cardiaco? Estamos perfectamente al tanto de ello porque el mandatario lo ha contado, con lujo de detalles, en sus redes sociales y en sus conferencias de prensa mañaneras?

Según Carlos Loret —y en esto el columnista de El Universal miente o repite la mentira que le contaron— los documentos del ejército que llegaron a sus manos fueron conseguidos por hackers extranjeros de un grupo llamado “Guacamayas”.

Querido Loret, don Pancho González diría que esa mentira no es verdad. Resulta obvio que la persona que consiguió los archivos reside en México, tiene buenas conexiones en el gobierno y posee dinero suficiente como para comprar lo que sea.

Lo difundido por Loret ha sido, nada más, una inversión de capitalistas y políticos nacionales realizada con el único propósito de dañar a AMLO y a la 4T.

Pero, la verdad sea dicha, no hay daño. Dar a conocer lo conocido no perjudica a nadie. Claro está, si las filtraciones continuaran, en el futuro sí podría haber consecuencias muy negativas para el proyecto político de López Obrador.

Lo lamentable son las filtraciones a Carlos Loret, no el contenido de las mismas. Sin duda es gravísimo que haya gente en el gobierno dispuesta a venderse. Pero no sorprende que así ocurra, ya que en la 4T hay todavía abundancia de aliados o simpatizantes de los peores enemigos de Andrés Manuel.

Ayer mencioné el caso de Daniel Millán, jefe de la oficina del canciller Marcelo Ebrard. El señor Millán publicó decenas de tuits como estratega de la campaña del PRI en 2018, no solo a favor del candidato de ese partido, José Antonio Meade, sino también para atacar con perversidad a AMLO, entonces abanderado de la izquierda.

Hoy voy a mencionar a otros dos colaboradores de Ebrard que en el pasado reciente se dedicaron en Twitter a cuestionar a AMLO:

√ Arturo Rocha, politólogo e internacionalista del @CIDE_MX y de la @UChicago, quien actualmente es Coordinador para América del Norte de la @SRE_mx.

√ Martín Borrego Llorente, internacionalista y administrador del @ITAM_mx, quien ahora se desempeña como director general para América del Sur en @SRE_mx.

No acuso a los colaboradores de Marcelo Ebrard de estar detrás de las filtraciones a Carlos Loret —no tienen esos tamaños—, solo los menciono como ejemplos de la existencia de tumores potencialmente malignos en la 4T que sin duda el presidente Andrés Manuel López Obrador deberá extirpar antes de que sí enfermen a todo el aparato del gobierno de izquierda.

No hay alarmismo en lo que digo. Recordemos que dos personas que se ven absolutamente dispuestas a participar en un proyecto golpista contra AMLO llegaron al Senado gracias a la 4T. Jamás debió el movimiento de izquierda apoyar a Lilly Téllez y Germán Martínez, ella periodista que seperdió al dejar los medios, y él cómplice de Felipe Calderón en el fraude electoral de 2006.

Andrés Manuel sabrá si permite que el equipo de su canciller siga dominado por gente que ha demostrado despreciar al actual presidente de México. ¿Por qué Marcelo Ebrard contrató a tanto enemigo de AMLO? ¿Por traidor? ¿Ambicioso? ¿Descuidado? ¿Ingenuo? Lo que sea, debe cambiar a su equipo.

Aquí los tuits de la gente de Ebrard que no cree en AMLO