Punto por punto:

1.- Nadie en la comentocracia duda que el sitio LPOLa política Online— está al servicio de Marcelo Ebrard. No es ilegal, desde luego. El periodismo militante es absolutamente legítimo.

2.- No tan correcto es utilizar a La política Online para intentar generar un enredo buscapleitos involucrando a Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador.

3.- Se sabe que la línea editorial de ese portal de internet la controlan dos asesores de Ebrard, Daniel Millán y Roberto Velasco, quienes con frecuencia mandan tarjetas a los editores de LPO para que comenten asuntos que a juicio de ellos benefician al canciller.

4.- Esta vez, además de golpear a Beatriz desde el título de la nota —”Tensión en Palacio: Beatriz quiere a su tía en el BID y complica los planes de Ebrard”—, los colaboradores de Marcelo se lanzaron a ofender a Martha Bárcena, exembajadora de México en Estados Unidos, una profesional de la diplomacia reconocida en todas partes a la que detesta el secretario de Relaciones Exteriores.

5.- La grilla tiene que ver con una supuesta intención de Beatriz Gutiérrez Müller de promover a Martha Bárcena para la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo, lo que molesta a Marcelo Ebrard, no solo porque este odia a Martha, sino porque el canciller tendría otra candidata para ese cargo —otra Bárcena, Alicia, ahora embajadora de México en Chile—.

6.- Alicia Bárcena debe ser una funcionaria competente, no lo sé: nunca la he tratado y poco he leído acerca de su trayectoria. De Martha Bárcena me constan su preparación, su experiencia y su muy justamente ganado prestigio dentro y fuera de México. Seguramente cualquiera de las dos harían muy buen papel en el BID. Aunque quizá, por su perfil, Martha más bien debería encabezar la Secretaría de Relaciones Exteriores, tan necesitada de gente que sí sepa de diplomacia.

7.- ¿Que Beatriz Gutiérrez Müller apoya a Martha Bárcena? Lo ignoro. Lo que sí puedo afirmar con conocimiento de causa es que Beatriz es una mujer muy inteligente y culta; ella nada haría que pudiera estorbar a su marido, el presidente de México.

8.- Según La política Online han cometido un gran pecado Martha Bárcena y su esposo Agustín Gutiérrez Canet, otro diplomático mexicano de primerísimo nivel: cuestionar en entrevistas y artículos de opinión el trabajo de Marcelo Ebrard. No veo la falta. La libertad de expresión, moleste a quien moleste, de ningún modo es algo negativo.

9.- ¿Que Martha y Agustín no deberían cuestionar a nadie de la 4T porque son tío y tía de Beatriz? Lo mejor que ha pasado en la administración de López Obrador es que dos personas tan cercanas a la familia presidencial sean absolutamente críticas del gobierno. Ello solo significa que el primer mandatario es un defensor sincero de la libertad de expresión. Por cierto, en el columnismo mexicano no hay mucha gente más dura con AMLO —no solo con Ebrard— que Martha Bárcena y Agustín Gutiérrez, cuyas opiniones duelen más porque invariablemente investigan y buscan datos confiables antes de señalar errores.

10.- La política Online, por lo demás, en la misma nota pretendió beneficiar a Marcelo Ebrard de una manera de plano muy tonta. Dicen sus editores —que suelen reproducir textos que les llegan desde la Secretaría de Relaciones Exteriores— que a Claudia Sheinbaum la apoyan Beatriz Gutiérrez Müller y Andrés Manuel López Obrador, algo que el canciller compensa con el apoyo de una institución que implícitamente presentan como mucho más poderosa que la 4T y por lo tanto capaz de imponer gobernante en México: el gobierno de Estados Unidos. Cito a LPO: “Es una contienda sigilosa imposible de desprender del ánimo de la sucesión. Ebrard asume que la primera dama es una partidaria absoluta de Claudia Sheinbaum para la sucesión de Andrés Manuel López Obrador. En paralelo, Ebrard tiene las preferencias de la Casa Blanca para la sucesión”. Si en ese sitio de internet querían favorecer a Marcelo, lo han hundido: nadie en Morena estará conforme con entregar la presidencia a un aliado —tal vez un empleado— de la oligarquía estadounidense.