Cuando parecía que el partido en el Hidalgo traería grandes dividendos para Las Amazonas por el resultado, los puntos cosechados de visita y el juego colectivo que se vio del equipo en la cancha, el frijol en el arroz salió a relucir.

Todo era risas y diversión; muy buenos primeros veinte minutos en los que la intensidad del ataque de Tigres Femenil fue brutal. Después de tanto tiempo se volvió al concepto del fútbol champagne, que durante varias temporadas habían mostrado las de la Autónoma de Nuevo León.

Un juego del que, ya en la previa, había un consenso en los análisis deportivos de los medios de comunicación que cubren el futbol femenil, en el sentido de que el Pachuca Femenil VS Tigres Femenil, sería el partido de la jornada y por mucho, pero por mucho, no decepcionó en ese rubro.

Si Las Amazonas hicieron lo que quisieron en los minutos iniciales del primer tiempo, Pachuca Femenil no se quedó atrás y quiso responder con embates al contragolpe; en algunos de ellos casi lo consigue, sin embargo, vimos a una Cecilia Santiago en un gran nivel, que atajó balones claves que, de no ser por ella, habrían significado la caída del arco amazónico.

El segundo tiempo quizás bajó en cuanto a intensidad para ambos equipos, sin embargo eso no significó que dejará de haber emociones en ambas porterías. Nuevamente las defensas tuzas y su portera salvaron su línea de gol y evitaron que el marcador para las regias fuera más abultado.

Gran partido en todos los sentidos de principio y casi a fin, pero Roberto Medina lo volvió a hacer. No se entendió el cambio que hizo cuando ingresó al campo Nallely Rangel, una de las jugadoras que dejó mucho que desear en el juego pasado. Pero la gota que derramó el vaso fue cuando a falta de un minuto de juego - y ni siquiera del tiempo corrido, sino del añadido-, decidió que era una gran idea ingresar a María Fernanda Elizondo.

¿Qué quiso hacer? Nadie lo entendió; pero lo que todo mundo si entendió en ese cambió, fue que se trató de una total y vil falta de respeto para una jugadora que apenas el partido pasado le rescató el juego a él. Medina no entiende que en Tigres, como institución, las formas importan e importan demasiado.

Se ha convertido en un técnico del que gran parte de la afición ya considera que debe salir; es cierto que también están sus porristas, esos que por puro amiguismo no se atreven a señalar lo evidente y lo evidente es que Medina es un técnico muy chico para un equipo enorme como Tigres Femenil.