Ya hace más de dos años que Arturo Zaldívar Lelo de Larrea renunció a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ha dejado de tener impedimentos legales para ser secretario en el gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum. ¿Qué cargo podría ocupar? Especularé.
La Consejería Jurídica no parece ser su destino. Porque, dicen otros juristas, nunca estuvo ciento por cierto impedido para llegar a la posición que hoy tiene Ernestina Godoy. La presidenta Sheinbaum, de haber querido, pudo haber interpretado la ley a favor de Zaldívar. No lo nombró ahí antes, no tendría demasiada lógica que lo hiciera ahora.
No habla inglés, entonces no haría un buen papel en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Así que no es probable que pudiera reemplazar a Juan Ramón de la Fuente en el cargo.
Por la misma razón, a pesar de su perfil empresarial, no sería el mejor secretario de Economía, ya que este puesto, en la actualidad, es demasiado global, sobre todo por la compleja relación comercial con Estados Unidos. Aunque el inglés de Ebrard es malo, al menos medio lo entiende. Entonces Marcelo seguirá ahí un buen rato, eso creo.
Sí podría ir a la Secretaría de Gobernación, pero requeriría de que Rosa Icela Rodríguez se decidiera a buscar la gubernatura de San Luis Potosí —que ella sin duda ganaría y con facilidad, a pesar del nepotismo del Partido Verde en la entidad—. En este caso, llegaría al cargo después de la primera mitad de 2026.
No es policía. Entonces no podría ir a la Secretaría de Seguridad, donde por lo demás participa el colaborador más eficaz de la presidenta Sheinbaum, Omar García Harfuch.
No lo veo en la Secretaría del Bienestar, que será políticamente mucho muy importante después de 2027. Quien la encabece partirá como favorito o favorita en la carrera para quedarse con la candidatura presidencial de Morena en 2030. Es un tesoro político que no soltará tan fácilmente Ariadna Montiel.
¿Zaldívar a la Secretaría de Medio Ambiente? Podría ser. Su actual titular, Alicia Bárcena, anda ocupada buscando brillar fuera de México. Pretende ser secretaria general de la ONU. Si quiere aumentar sus posibilidades deberá concentrarse en tan compleja candidatura, por lo que lo justo sería que dejara un puesto que, si va en serio lo de Naciones Unidas, necesariamente descuidará.
No creo que su destino esté en las secretarías de Energía ni de Infraestructura, pero..., podrían abrirse ambos huecos para Zaldívar si Sheinbaum decidiera mover a Luz Elena González y a Jesús Antonio Esteva a posiciones más políticas para prepararles rumbo al 2030, año en el que pronto deberá empezar a pensar la presidenta.
Arturo Zaldívar, como jurista que es, sería un buen secretario Anticorrupción. Ya dependería de Claudia Sheinbaum encontrarle otro cargo a Raquel Buenrostro.
¿Zaldívar en la SEP? Podría ser, si Mario Delgado volviera a la política electoral.
¿Trabajo y Previsión Social? Zaldívar no lo haría mal, si Marath Baruch Bolaños López dejara el puesto por cualquier razón.
¿La Fiscalía General de la República? No lo haría nada mal, pero Alejandro Gertz Manero fue nombrado para durar en el cargo hasta 2028. Y hasta el momento ha cumplido con eficacia.
Lo que sea, Zaldívar está listo para ir al gabinete, la pregunta es a qué secretaría. Solo Claudia Sheinbaum sabe si hará cambios en su equipo y si invitará al exministro de la SCJN a una posición más importante de la que actualmente tiene, coordinador general de Política y Gobierno.


