Lo sucedido ayer en la SCJN en relación con la Ley Secundaria de la Industria Eléctrica, nos retrocedió de golpe y porrazo al México de hace 70 años.
Vaya, como si reviviéramos la película de la “Ley de Herodes”, donde “Vargas” el protagonista, es el secretario de Gobernación y tapado de AMLO, Adán Augusto López. Para quien no haya visto la película que se escenifica en el periodo de Miguel Alemán, trata de un conserje de aspecto ingenuo que logra convertirse en el alcalde de un pequeño pueblo, pero envuelto en la corrupción, es capaz de todo para mantener el poder.
Muchas veces AMLO se ha quejado que “antes” los gobiernos ordenaban a la Corte las decisiones y seguramente así era, hasta la reforma al Poder Judicial de 1994, es decir, eso pasaba en los tiempos que el tabasqueño añora y ahora les pide a los priistas que no nieguen sus orígenes y que lo apoyen.
Engaña bobos
AMLO miente mejor que nadie. Mientras violenta la Ley, los principios democráticos y destruye a las instituciones y al régimen republicano, cínicamente miente al pueblo de México con su discurso de honestidad.
Apenas en febrero pasado el presidente de la Corte, ministro, Arturo Zaldívar declaró que Fernando Gómez-Mont, siendo secretario de Gobernación, lo visitó en su oficina para presionarlo para cambiar el proyecto de sentencia que se discutía sobre el caso de la guardería ABC de Sonora.
Sin embargo, lo que ocurrió ayer en la Corte es digno de la “Ley de Herodes”: un gobernante que aspira a Dictador de la forma más autoritaria mandó a su “Vargas” a “convencer” a los ministros, haciendo justo a lo que tanto niega cuando asegura: “no somos iguales”.
Pero Adán Augusto, el tapado, le cumplió a su jefe, logró lo que no pudieron hacer la ministra en retiro y exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero ni el exconsejero Jurídico, Julio Scherer, ambos despedidos por no poder dominar a la SCJN.
El tabasqueño acudió a entrevistarse con todos los ministros para convencerlos de que declararan constitucional la LIE, pero fueron dos los que inclinaron la balanza: Arturo Zaldívar y Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena.
El cinismo de la Corte
Lo que resulta curioso, es el perfil y las alianzas políticas de los magistrados que votaron en favor de la constitucionalidad de la LIE: Arturo Zaldívar, Yazmín Esquivel, Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena y la proponente, Loreta Ortiz Ahlf, cada uno de ellos con vínculos que generan conflicto de interés y sometimiento al presidente de México.
Por ejemplo, hay razones suficientes para que la ministra Loretta Ortiz estuviera impedida de participar. La primera, un claro conflicto de interés, está casada con un miembro del equipo de AMLO, José Agustín Ortiz Pinchetti, encargado de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales. Por otra parte, la ministra, de la mano de Manuel Bartlett, director de la CFE, fue diputada por el PT y desde entonces se opuso a la reforma energética de 2013, además se ha manifestado públicamente en el sentido de tener juicios públicos sobre la pertinencia de la norma general impugnada.
La ministra Yazmín Esquivel, aspirante a ocupar la presidencia de la Corte con el apoyo de AMLO, es la esposa de José Maria Rioboo, uno de los asesores de AMLO y quien construyó los segundos pisos en la CDMX y el AIFA.
Una sorpresa, que no debería sorprender a nadie, fue el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena, porque si le rascamos un poco, encontramos que es nieto de uno de los políticos más conservadores de México y uno de los ídolos de AMLO, el dos veces secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena; es sobrino de Carlos Salinas de Gortari y primo de la actual embajadora de México en Reino Unido, Josefa Ortiz Mena y de la CEO de IEnova, Tania Ortiz Mena, una de las empresas del ramo de la energía que ha contado con el apoyo de AMLO y de Bartlett, para construir y operar ductos, vender gas natural licuado, construir estaciones de licuefacción y desarrollar sin problemas proyectos eléctricos en el norte del país.
Y ni qué decir del ministro Zaldívar que, por alguna razón, de forma sumisa e indigna se ha puesto de rodillas y en estos tres años del lopezobradorismo se ha dedicado a tratar de restar poder a la Corte.
Finalmente, a pesar de que estos cuatro magistrados actuaron como empleados del presidente, otros siete dieron la cara en favor de la nación y en estas últimas semanas suman ya tres importantes reveses que dan a las ocurrencias de AMLO.
La primera fue declarar la liberación de la excuñada del fiscal Gertz Manero encarcelada por venganza y abuso de poder. Segundo, quitar el absurdo plazo que impedía a un funcionario trabajar en la iniciativa privada hasta diez años después de haber dejado el cargo y tercero, quitarle al presidente el manejo discrecional del presupuesto.
Aún queda un rayito de esperanza. Ahora falta ver que pasará en el Congreso con la reforma eléctrica y cuál será la presión que ejercerá Adán Augusto “varguitas” sobre los legisladores de oposición. A ver si no les sale con la famosa frase de Ley de Herodes: “o te chingas o te jodes”.