Los resultados de la investigación Pandora Papers, conducida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, han evidenciado la relevancia de contar con organismos internacionales de coordinación fiscal.

Según los documentos revelados, miles de millones de dólares fueron dirigidos hacia paraísos fiscales por parte de empresarios, cantantes, 35 mandatarios y ex presidentes, en una red de tránsito de capitales que conlleva temas como evasión fiscal y lavado de dinero.

Entre los distinguidos mexicanos se encuentran personajes como Germán Larrea, María Asunción Aramburuzabala y Jorge Arganis, Secretario de Comunicaciones y Transportes.

La evasión fiscal es sobremanera perjudicial para el interés general de las naciones. Como resultado de estas perversas acciones, los particulares se aprovechan mañosamente de los sistemas legales y políticos, mismos que favorecen la creación y crecimiento de los capitales.

Sin embargo, esos fondos son transferidos fuera de la supervisión del Estado nación de su precedencia. Con ello, se daña gravemente la capacidad racaudatoria de los gobiernos, lo que se obstaculiza irremediablemente la inversión en salud, educación y el combate contra la pobreza y la desigualdad.

Desafortunadamente, una coordinación en materia fiscal se antoja, en el mejor de los casos, como un anhelo casi inalcanzable. No obstante, los argumentos en favor de una coordinación internacional, que permitiría evitar esta clase de operaciones fraudulentas, los Estados se han reservado históricamente sus competencias soberanas en materia recaudatoria.

Ni la propia Unión Europea, cuyo nivel de integración ha permitido una unión económica sin precedente y la creación y circulación de una moneda única, ha sido capaz de erigirse en vigilante de las transacciones internacional de sus ciudadanos. Los Estados miembros, por su parte, se han negado a transferir competencias a la Comisión Europea relacionadas con cualquier tema cercano al tema de los impuestos.

Las revelaciones de los Pandora Papers han puesto de manifiesto la necesidad internacional de encauzar mecanismos que conduzcan a la mínima vigilancia de la transferencia de capitales. Ello requeriría la voluntad política de los mandatorios y legisladores, y así vencer a la potencia política representada por los grupos de cabildeo.

En resumen, Pandora Papers ha recordado al mundo que la coordinación internacional en materia fiscal es una de las tareas pendientes de la agenda global. Con ello, se ha puesto al desnudo a instituciones como Naciones Unidas o la Unión Europea como organizaciones internacionales incapaces de controlar una de las prácticas más nocivas para el bienestar de las naciones.

José Miguel Calderón I Twitter: @JosMiguelCalde4