El maestro y escritor michoacano, Jesús Lemus, prometió seguir enriqueciéndonos con su narrativa y nos ha llevado a comprender más sus sentimientos y su capacidad para construir crónicas e historias llenas de vivencias e investigaciones que han dado lugar a temas muy interesantes de carácter social, los cuales han descubierto un universo teniendo en cuenta las tramas, las anécdotas y la recolección de datos de una calidad impresionante.

Le he puesto toda mi atención a los textos del maestro Lemus. Periodista por vocación, aunque investigador por naturaleza; autor de diferentes obras de muy buena envergadura. Hago hincapié porque he compartido la lectura de muchos de sus libros. Jesús se ha convertido en un fenómeno social. La evidencia de su narrativa envuelve lo apasionante de una ilustración a partir de la propia concepción del guionista, pero, de igual forma, del fundamento que hizo posible todo este mundo del saber.

De hecho, hace apenas unas semanas sacó su nueva investigación titulada: Jaque a Peña; hace unos días me conecté a la presentación que realizó en una transmisión vía Facebook con la participación de Andrea Chávez y Abraham Mendieta, dos jóvenes que han dado un giro a la forma de comunicación con una habilidad única en México.

Recapitulando a la crónica del libro, me di cuenta de los componentes que han descrito uno de los sexenios más fatídicos y corruptos de la historia contemporánea. El autor puntualizó los factores que estuvieron ligados, para comprender el universo de un gobierno fallido lleno de mentiras y desastres entre la simulación y la aplicación de un modelo neoliberal. Se trata en pocas palabras, de una historia bien ejecutada y, que, en estos tiempos, es muy útil desde un punto de vista consciente. Por ello, es altamente recomendable por su valor temático.

Enhorabuena para el maestro Jesús Lemus. Volvió a cumplir con otro tema de agenda internacional. El último, y más reciente de muy buena calidad. Quienes tuvimos la oportunidad de leer El Licenciado, quedó plenamente satisfecho y con muchas respuestas a varias interrogantes de algunos fenómenos sociales. En particular, me gustó mucho la narrativa de Cara de Diablo.

Para entender la crónica de uno de los mejores libros que he leído en mi vida, basta con adentrarse a uno de los lugares más interesantes y místicos del estado de Michoacán, “La Nueva Jerusalén” que, a su vez, está llena de historia, relación política y religiosa, lo mismo de creencias de una población que quizá rebasan la perspectiva de dogmas al punto de dividirse por las emociones y la complejidad de lo que envuelve a este poblado entre líderes religiosos y poderes sobrenaturales que se han expuesto de un supuesto poder divino.

Respeto todas las creencias. Pero, lo que sí es un hecho, es que es una verdadera obra que nutre y contagia a través de la recolección de datos y testimonios. Fue una buena experiencia haber leído Los Malditos, Cara de Diablo y por supuesto El Licenciado.

Mi reconocimiento a un periodista valiente y atrevido. Su habilidad y su conocimiento nos han dotado de sabiduría que cada vez crece más como autor.

Por supuesto: Jaque a Peña Nieto, sin duda una lectura imperdible, de un periodista e investigador orgullosamente michoacano.