Como ya es una constante, los Del Valle, en su carácter de flamantes dueños de Interjet, realizan una nueva ronda por distintos medios de comunicación, en aras de -una vez más- imponer su narrativa falaz sobre “El regreso de Interjet”.

La semana pasada Carlos Del Valle, quien se ostenta como vocero oficial de ABC Aerolíneas, S.A. de C.V. (Interjet) dio una entrevista a El País, y me gustaría destacar algunas de las declaraciones hechas al medio del conglomerado español Grupo PRISA.

Y es que no quiero que los lectores de SDP Noticias se queden con una sola cara de la moneda. Es muy fácil escupir cifras con muchos ceros para impresionar, y si no se conocen las entrañas de la industria aeronáutica, lo más probable es que no cuestionemos nada. Dejo aquí mis personales puntos de vista sobre el tema, para que ustedes estén en condiciones de formar su propio criterio.

Para empezar, según el propio Carlos Del Valle, están intentando echar para atrás la quiebra dictaminada por el Juez que lleva el caso, para volver a la etapa denominada “Concurso Mercantil”. Si yo no tuviera la experiencia personal de que la empresa para la que laboré pasó por un proceso similar, le daría el beneficio de la duda, pero su argumento se cae de manera estrepitosa cuando ya de manera oficial ha sido nombrado el conciliador que administrará la quiebra.

La Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) ha designado de manera oficial, nada más que a Alfonso Ascencio Triujeque como conciliador de la quiebra de ABC Aerolíneas, al considerarlo idóneo por su experiencia como conciliador de la quiebra de Mexicana de Aviación.

Esto fue dado a conocer por el juzgado donde se lleva el juicio en materia de concursos mercantiles de la siguiente manera: “Se da por enterado de que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes designó a Alfonso Ascencio Triujeque, para actuar como síndico en el presente concurso mercantil (Interjet). Asimismo, precisa que al haberse efectuado la designación en términos de los preceptos aplicables del Título Octavo de la Ley de Concursos Mercantiles, la supervisión del síndico designado corresponde en forma exclusiva a la SICT”.

Desde luego que la resolución del Juez es impugnable, y si los Del Valle efectivamente han interpuesto un recurso legal en su contra y logran echarla abajo, ya nos enteraremos, lo mismo que si la designación del Conciliador queda firme.

Pero esa tramitología legal, que no será pronta ni expedita, vuelve prácticamente sueños guajiros todas las acciones que la familia Del Valle anuncia que está a punto de implementar: que podrán operar de manera simultánea desde tres aeropuertos (el AICM, AIT y AIFA), ofrecer un “baño rosa”, 60 kilos de equipaje sin costo extra, y “caviar y champaña gratis”… (bueno, no, exageré), pero comida gratis, cuernitos y chapatas es lo que sí ha mencionado Carlos Del Valle en diversas entrevistas.

De la entrevista hecha por Karina Suárez, y publicada en El País, me llama la atención el momento periodístico en que invita a Carlos Del Valle a narrar cómo es que su familia tomó la decisión de adquirir Interjet. Todo comienza, dice, con una cena con la familia Alemán donde les proponen a los Del Valle adquirir junto con ellos el Grupo Radiopolis de Televisa.

Hemos de recordar que Alejandro Del Valle está siendo procesado por la posible comisión del delito de fraude, por 30 millones de dólares derivado de la supuesta compra de Radiopolis, operación en la que se le relaciona con el empresario Carlos Cabal Peniche; así también, fue vinculado a proceso por el delito de defraudación fiscal, acusado por la Fiscalía General de la República (FGR); sin embargo, Alejandro obtuvo el beneficio de llevar su proceso en libertad, solo debe ir a firmar al Reclusorio Norte cada cierto tiempo, aunque cabe mencionar que le retiraron el pasaporte para no que pueda salir del país.

Desde los tiempos de aquella amigable cena vienen los vínculos empresariales de la familia Alemán y los Del Valle. Me parece interesante porque además han asegurado que sí le metieron dinero a Interjet; en la entrevista Carlos Del Valle da a conocer: “Hasta el momento nosotros hemos invertido unos 72 millones de dólares, obviamente primero pagamos unos 240 millones de pesos en impuestos, se pagaron a algunos proveedores, pagamos posiciones remotas, algo de combustible, sueldos, nóminas y salarios caídos. Con ocho aviones había que mantener a 4,114 empleados”.

Carlos Del Valle mintiendo como siempre; o por lo menos resulta difícil de creer que hayan ingresado -como narra- algún centavo a la empresa, pues la compra del 90% de acciones se hizo el 2 de diciembre de 2020, apenas unos días antes de que pararan operaciones. Los trabajadores ya llevaban poco más de seis meses sin recibir su salario, y una de las principales causas para bajar la cortina fue el gran adeudo que tenían con combustibles, porque dejaron de “fiarles” la turbosina.

Así que esos 72 millones de dólares invertidos y los 240 millones de pesos, no “checan”. Desde abril del 2020 se le adeudaba a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) más de 196 millones de pesos por combustible. Pero eso no fue todo, Ricardo Shieffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) desde noviembre de ese año, antes de que la familia Del Valle adquiriera las acciones de Interjet, declaró: “No tiene para pagar nóminas, ni combustible, y por tanto mañana emitimos una Alerta formal, dado el riesgo que representa a los consumidores comprarles boletos”, esto en una entrevista realizada al funcionario por el periódico El Sol de México.

De hecho la Sección 15 de la CTM, que tiene agremiados a los trabajadores de Interjet, desde noviembre del 2020 advertía de la falta de paga que ya sumaba varios meses y no veían que les fueran a pagar “pronto”. Finalmente el día 11 de diciembre se dejó de operar, ya que el nuevo dueño, Alejandro Del Valle carecía de un contrato para que le vendieran a crédito turbosina, esto dicho por Óscar Artemio Arguello Ruiz, quien en ese 2020 era el encargado de la administración de varios aeropuertos.

Y otra joya en la entrevista que le realizaron a Carlos Del Valle es la siguiente declaración, en la que cambia súbitamente su traje de empresario por el de líder sindical: “El presidente ejecutivo de Interjet asegura que tras meses de inyectar e inyectar dinero y ante la falta de aeronaves suficientes para generar ingresos, se vieron forzados meses más tarde a considerar el emplazamiento a huelga como la única vía de salida.”

Cuando leí la entrevista, casi escupo mi café sobre la pantalla de mi laptop al ver el párrafo anterior. Ya dejé planteadas mis dudas de que los Del Valle hayan invertido un peso, y menos durante meses, pero aquí de plano se voló la barda; según su narrativa la empresa “se vio obligada” a considerar el emplazamiento a huelga como única salida. ¡Por favor, por piedad, por lo que más quieran!, un alma caritativa que le explique a Carlos que el derecho a huelga es solo de los trabajadores, no de los empresarios; en dado caso existe otra figura que se llama Demanda por Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica, del que podría haber echado mano, pero es ridículo que él hable de la huelga cuando no le compete.

Y peor aún, creerse el cuento que la empresa pudo haberse emplazado solita a huelga para “darle paso al Concurso Mercantil”, Si entraron a Concurso Mercantil, pero fue por la demanda interpuesta por un acreedor representado por el despacho de abogados Aguilar Amilpa, quienes de hecho solicitaron al juez desde el inicio que el proceso fuera a su etapa de quiebra.

Por si fuera poco, los Del Valle trataron de invalidar la huelga de los trabajadores, por lo que dos meses después de estallada la misma (8 de enero del 2021), salieron los empleados a ratificarla porque Interjet quería desconocer este movimiento obrero.

Lo cierto es que la familia Del Valle nunca trabajó en realizar una reestructura para que la aerolínea regresara a volar; todo lo que dicen es una cadena de falacias, una más fantasiosa que la otra. Pero lo más hilarante es el “avaluó” que dicen tener de la línea aérea. Aquí de plano confieso que yo estaba a carcajada batiente mientras leía los disparates dichos por Carlos Del Valle.

Para que se den una idea, cuando Mexicana de Aviación y Aeroméxico estaban juntas en la controladora del gobierno CINTRA, se hizo un avalúo a petición de la Cámara de Diputados, que arrojó que cada línea aérea en ese momento (2005), valía alrededor de mil millones de dólares.

A Mexicana de Aviación, Fox la “regaló” en 165 millones de dólares a Gastón Azcárraga y Grupo Posadas; y Aeroméxico fue adquirida en 2007 por José Luis Barraza -entonces dueño de Banamex- por 245 millones de dólares. Tengan presentes esas cifras.

Según Carlos Del Valle Interjet cuenta con 22 aviones, simuladores, refacciones, oficinas y hasta un MRO (Base de mantenimiento); y que por todo lo anterior, los activos de la aerolínea son de unos mil millones de dólares. ¡Claro!, estamos hablando de aviones que ya no están en su poder porque los arrendadores los reclamaron, y los equipos rusos Sukhoi Superjet 100, ni refacciones tienen.

La pregunta se impone: una línea aérea que lleva casi dos años y medio sin volar, sin aviones y sin refacciones, ¿cómo va a valer mil millones de dólares? En sus oficinas ya no queda nada; en este espacio lo he documentado con fotografías que me envían los trabajadores en huelga para que la gente conozca las verdaderas condiciones de la línea aérea.

Carlos Del Valle asevera que están afinando los acuerdos necesarios para, en primer lugar regresar a volar, y acto seguido él pueda invertir 150 millones de dólares. Quienes estamos en el medio aeronáutico sabemos que una cantidad como esa no le sirven “ni para el arranque” (literal), pues pretende que esos 150 millones le alcancen para pagar todo: laudos de los trabajadores, adeudos a acreedores mercantiles, reflotar equipos, etc.

Y bueno, vuelve al mentir al decir que “hay un fondo de inversión norteamericano que está dispuesto a invertir en la aerolínea 150 millones de dólares”, esto es, los Del Valle ni siquiera tienen dicha cantidad. Eso sí, se cuidó de no decir ningún nombre; y es que su papá, Alejandro Del Valle, quedó más que “quemado” al afirmar que Morgan Stanley estaba trabajando con ellos, y en menos de 48 horas fueron desmentidos gracias a que el medio Bloomberg fue a buscar una declaración: “No estamos trabajando con Interjet en ninguna transacción” y un representante de dicha compañía además proporcionó a este medio la respuesta por escrito.

La cereza del pastel de aquella entrevista fue la declaración de que Carlos Del Valle ya fue con el Ejército a ofrecer sus servicios para que la nueva línea aérea del Estado lleve a cabo los mantenimientos de sus aeronaves con ellos, además dejándoles ver que les conviene que Interjet regrese a volar, pues eso significa cobrar impuestos, así como reactivar el AIFA. Para eso se requiere regresar a Categoría 1.

El vocero oficial de Interjet defiende sus mentiras a capa y espada, aunque, como ustedes mismos lo pueden constatar, si uno se pone a desmenuzar todo lo que dice, sus argumentos caen como torre de naipes; así de frágil es su dicho de que Interjet va a regresar a volar, lo cual es una farsa. Lo que sí han estado buscando en estos últimos meses es que los trabajadores acepten “acciones de la empresa” como pago de su adeudo, pero siendo honestos, hoy no valen nada.