En el Congreso de la Ciudad de México, Alberto Martínez Urincho, Diputado del Distrito 1, ha propuesto una iniciativa que me parece de lo más interesante: “La iniciativa de ley ante el Congreso de la Unión, con proyecto de decreto por el que se adicionan y reforman los artículos 33 y 47 bis, de la Ley de Aviación Civil, en materia de derechos humanos y apoyo a la lactancia materna en las aeronaves”.

¿Cuál es el objetivo de esta iniciativa? En principio, establecer normas que permitan el derecho a la lactancia materna en el transporte aéreo. Y yo debo comentarles que es un tema que me apasiona, porque como madre lactante que fui de mis hijas, entiendo perfectamente la problemática.

Y voy un poco más allá, este tema no solo afecta a madres lactantes que son usuarias del transporte aeronáutico, sino también a las madres trabajadoras dentro de la industria. Por fin alguien voltea a ver el problema al que se enfrentan estas madres, que muchas veces tienen que renunciar a la lactancia de los hijos.

Los datos de verdad son escalofriantes, la misma UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) alertó que solo 3 de 10 niños toman de manera exclusiva leche materna durante los primeros 6 meses de vida, y que en Latinoamérica tenemos los países con los índices más bajos de lactancia materna.

Esto, está comprobado, trae muchísimas repercusiones a corto, mediano y largo plazo; según la propia información de la UNICEF “Además de proporcionar a niñas y niños todos los nutrientes y la hidratación necesarios, la lactancia materna proporciona beneficios emocionales y psicológicos tanto al bebé como a la madre, y ayuda a las familias a evitar gastos adicionales en fórmulas, biberones y, al propiciar la mejor salud del bebé, reduce también los gastos en consultas médicas y medicamentos.”

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Por ello la iniciativa presentada en el Congreso de la Ciudad de México me parece fabulosa, pues ataca de manera clara y concisa un problema serio que se presenta todos los días en nuestros aeropuertos.

Independientemente del periplo legislativo que dicha iniciativa deba recorrer, sin duda marca una ruta que no debemos dejar en el olvido; se trata de los primeros pasos para lograr que se implementen, no solo en el aeronáutico, sino en todos los sectores, la implementación de políticas públicas que permitan la lactancia materna en los centros de trabajo; que las personas embarazadas tengan información acerca de los beneficios y el manejo de la lactancia, al mismo tiempo que se fomenta la práctica del alojamiento conjunto, esto es, permitir que las madres permanezcan junto a sus bebés, entre muchas otras acciones.

La iniciativa en comento serviría para que las mujeres tengan toda la posibilidad de lactar a sus hijos en todo momento y lugar. La industria aeronáutica no es la excepción, y las madres trabajadoras como las pasajeras, hoy por hoy, están siendo afectadas en su posibilidad de lactar.

Pongo de ejemplo a las sobrecargos de Volaris, compañía aérea que actualmente mantiene tensas relaciones con sus trabajadores. Ellas me han compartido, en las últimas dos semanas, un sinfín de testimonios; de las que tienen hijos en edad lactante, muchas terminan renunciando a la empresa por las nulas posibilidades de continuar con la lactancia materna.

Los testimonios que me comparten dan fe de que el lugar que les designan para “sacarse la leche” y luego tener que tirarla, es el baño del avión, sin las más mínimas medidas de higiene ni de dignidad para la madre lactante. Imaginen la frustración de estas jóvenes madres que se ven en la disyuntiva de dejar de ser entes productivos para la sociedad porque la compañía aérea no permite que la trabajadora en cuestión pueda llevar a cabo la lactancia materna, que es recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por un mínimo seis meses.

Una vez más, las mujeres están siendo vulneradas al no tener -en estas compañías aéreas- una correcta visión de género, en la que la madre no tenga que truncar sus sueños ni su carrera si es que decide convertirse en madre.

Ahora, para las pasajeras resulta igual de frustrante; cuando en el filtro de seguridad les obligan a tirar los biberones con leche materna, uno de los puntos de la iniciativa habla de esto:

“SEXTO. - En México, muchas mujeres que trabajan fuera de casa y se encuentran en periodo de lactancia tienen necesidad de realizar viajes sin hijos e hijas, de igual manera aquellas que por algún otro motivo hacen uso de los aeropuertos, sin compañía de sus hijos e hijas. La producción de la leche materna está íntimamente relacionada al vaciamiento constante de la glándula mamaria, por lo que, dichas mujeres viajan con sus extractores de leche, en primer lugar, para favorecer su producción, llevando esa leche a sus casas para alimentar a sus hijos.

Los casos de mujeres en periodo de lactancia que se ven obligadas a tirar su leche en el aeropuerto para no perder su vuelo se hacen presentes con mayor frecuencia. Crear condiciones para que la lactancia materna como derecho humano sea protegida en estos escenarios, es de vital importancia.”

Es por este tipo de casos, muy frecuentes en las instalaciones aeroportuarias, que en el Congreso local de la CDMX piden la modificación a los artículos 33 y 47 Bis, de la Ley de Aviación Civil, en concordancia al respeto de los derechos humanos y en apoyo a la lactancia materna en las aeronaves.

A mí en lo personal me parece increíble que las mujeres en pleno siglo XXI sigan siendo orilladas a limitar la lactancia porque las leyes son obtusas y anacrónicas. De esta iniciativa quiero opinar que “pensar con perspectiva de género” no es sinónimo de que las mujeres hagan los que les plazca, sino de que sus necesidades sean atendidas en función de su género, tal y como se establece en el Reglamento del Congreso de la Ciudad de México (artículo 96, fracción III) y en la Guía para la Incorporación de la Perspectiva de Género en el Trabajo Legislativo del Congreso de la Ciudad de México.

Todo termina estando relacionado. Esta iniciativa es el ejemplo de la eterna búsqueda de la erradicación de la violencia de género, así como prevenir y proteger a las madres lactantes. La razón de esta iniciativa, es lograr que sean respetadas, y puedan manejar de manera segura la leche materna que ellas producen; hablamos de las madres que por algún motivo deben de viajar en transporte el aéreo, y hablamos de las madres lactantes que trabajan dentro del medio aeronáutico, para ellas pido que cuenten con el apoyo de sus aerolíneas para llevar a cabo la lactancia materna en condiciones dignas, seguras e higiénicas, tanto para la madre como para el infante.

Se los puedo decir con conocimiento de causa: no hay mejor alimento que la leche materna; como sociedad debemos exigir que las madres puedan ser libres de lactar en ambientes seguros y amigables, ya sea en tierra o en el aire, como pasajera o como trabajadora de la aviación.

No podemos ni debemos coartar su intención de elevar nuestras paupérrimas cifras de lactancia materna, no podemos quedarnos calladas ante el nulo apoyo. Las modificaciones que se piden a la Ley de Aviación Civil, son:

“Artículo 33. …Las niñas, niños y adolescentes podrán viajar solos, bajo responsiva de sus padres o tutores. Los concesionarios y permisionarios deberán adoptar las medidas necesarias que garanticen los derechos humanos de las personas pasajeras, con las restricciones que la misma la ley establezca, y adoptando medidas de nivelación, inclusión, no discriminación y acciones afirmativas a favor de los usuarios.

Artículo 47 Bis. …Las mujeres en periodo de lactancia que viajen con o sin el infante tendrán derecho a trasladar leche materna, líquida o congelada, de forma segura. La autoridad competente emitirá los protocolos para su cumplimiento.

El concesionario o permisionario está obligado a proteger el derecho de las mujeres en periodo de lactancia a amamantar en las mejores condiciones.”

De todo corazón espero que esta iniciativa prospere. Es loable el trabajo del Diputado Alberto Martínez Urincho, así como su interés por un tema tan importante como lo es la lactancia. No es un tema “de mujeres”, se trata de un tema de capital importancia para todos nosotros, como país, como sociedad, como seres humanos.