El caso de la Guardería ABC en el que perdieron la vida 49 niños, es quizá uno de los escándalos que más indignación causaron entre la ciudadanía durante el sexenio de Felipe Calderón. A partir de ese momento, el caso ha sido recordado año tras año tanto por los padres de familia como por diversos actores políticos que dicen clamar justicia ante lo que para ellos fue un acto criminal, que exhibió (según ellos) la impunidad y los conflictos de interés con los que operaban los gobiernos de antes.

Hoy, después de más de 12 años de la tragedia, hay quienes de vez en cuando y fuera de todo contexto, pretenden seguir utilizando la bandera de la Guardería ABC, pero con fines que generan más dudas que certezas.

Y es que coincidentemente, justo en medio del escándalo que ha sacudido a Presidencia por el tema Baker Hughes, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, aprovechó para recordar, según su palabra y sin prueba de por medio, que durante la época del calderonismo se utilizó al aparato del estado para proteger a los familiares de la familia Zavala que presuntamente estuvieron involucrados en la tragedia del 2009.

Curioso es, que a más de 3 años de la presente administración federal, el caso no haya tenido cambios ni se hayan aportados nuevos elementos de prueba. Pero que a diferencia de lo que pasa hoy, sí hubo funcionarios que han tenido que hacerse responsables y pagar por este suceso.

Lo que el ahora oficialismo no logra entender, es que tal y como les pasó a ellos con el escándalo de las ligas de René Bejarano (quién hoy esta de operador y promotor del presidente), o del secretario de Finanzas de AMLO, Gustavo Ponce, quien se iba a apostar dinero a Las Vegas; los temas que se repiten mucho, no van a generar ya el impacto que alguna vez llegaron a causar.

Por eso AMLO llegó a la Presidencia a pesar de sus escándalos, y por eso hoy, aunque quieran utilizar la tragedia de la Guardería ABC como un distractor, les es poco para tratar de desviar la atención del pésimo manejo que han hecho sobre el caso Baker Hughes, o sobre su responsabilidad en otras tragedias como la caída del metro en la Ciudad de México, el aumento de la violencia, el asesinato de periodistas, la caída de la economía, o de la pésima calidad de ciertas obras como el Tren Transístmico, que empiezan a hacer mella no solo en la popularidad de López Obrador, sino en todos los políticos que de él dependen. Utilizar un tema que han repetido hasta el cansancio, al tiempo que se hacen de la vista gorda de sus propias fallas y omisiones, no les ayudará para revertir la indignación pública que empieza a crecer sobre ellos.

La tragedia de la Guardería ABC conmocionó e indignó a la sociedad, exigió investigaciones y justicia, y no debe olvidarse. Pero no por ello, debemos de cerrar los ojos ante las tantas y tantas tragedias que están ocurriendo en el México de hoy; que han exhibido a un gobierno federal de funcionarios en su mayoría incapaces, indolentes, soberbios, y en algunos casos hasta criminales; que han puesto en riesgo continuamente a la ciudadanía y que lejos de corregir, se agarran del pasado para tratar de desviar la atención de este desastroso presente.

No les servirá el distractor, la crisis si no se corrige, seguirá creciendo; el ánimo ha cambiado y la balanza comienza a moverse. Y es que como dicen, el buen juez, por su casa empieza; si no, no es justicia lo que se busca, sino solo oportunismo para permanecer en el poder.

Carlos Acevedo Hernández en Twitter: @CarlosAcevedoH