Generaciones completas de jóvenes trabajadores de entre 18 a 40 años en México no pueden comprar una vivienda actualmente, les cuesta mucho trabajo independizarse, sortear la vida y los gastos diarios. El fenómeno se repite en España, en Argentina, en Francia, en Estados Unidos, en casi todo el planeta. Están enojados, frustrados, molestos, desesperados.
Es necesario explicarnos por qué estamos siendo expulsados de los núcleos urbanos, de las viviendas. En la búsqueda de razones se han planteado diversas hipótesis, una de ellas la gentrificación, la cual además se identifica con la migración, por lo que se asume como núcleo del problema.
Pero insistimos, se repite este argumento en todos lados: en España están en contra de los latinoamericanos que les quitan el trabajo, en Argentina de los Venezolanos, en Francia de los africanos y los árabes, en Estados Unidos de los mexicanos y los latinos, y ahora en México en contra de los norteamericanos.
¿Te das cuenta del punto? Nos ponen a pelear a todos contra todos, ciudadanos contra ciudadanos, trabajadores contra trabajadores. Nosotros somos los culpables y en nosotros está la solución porque nosotros somos los que nos metimos en este problema. ¿En serio?
Nunca se analiza ni se discute el fondo económico de por qué estas generaciones no pueden tener una vivienda. Así que tratemos de explicarlo.
En México si sacas un crédito hipotecario a 15 años, los primeros 13 pagas puros intereses y ya hasta el final pagas el costo del departamento, así que terminas pagando tres o cuatro veces el valor de la vivienda que adquiriste.
Pero esto no fue así toda la vida, los papás de todos estos jóvenes accedieron a otro tipo de créditos, de tasa de interés, a otro tipo de financiamiento del Estado, incluso a otro tipo de vivienda social, había banca de desarrollo como Banobras. También el salario era distinto, alcanzaba para vivir, para cubrir los pagos de la casa.
¿En dónde se rompió ese equilibrio? Por supuesto que hay puntos muy claros de referencia. Cuando Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo impulsaron el sistema neoliberal salvaje, eliminaron la banca de desarrollo social, quedó solo la comercial; la crisis de 1995 sirvió para legitimar que se pagarán intereses sobre intereses, el anatocismo, la Suprema Corte legitimó esta figura; se modificaron las leyes mercantiles, las leyes bancarias, allí se hicieron todos los cambios legislativos para que hoy en 2025 la banca comercial se comporte en la forma en que lo hace con los créditos hipotecarios, pues crearon todo el entramado jurídico para para poder cobrar los créditos que cobran hoy.
Y lo mismo hicieron con el salario, impusieron los topes salariales, los aumentos al salario mínimo sirvieron para poner un techo a los salarios contractuales, los cuales dejaron de crecer año tras año, nos decían que éramos culpables de la inflación por pedir aumentos; y al paso de 30 años de neoliberalismo, la mayoría de la población gana el límite de la pobreza alimentaria, solamente el 5% de la población trabajadora gana 5 salarios mínimos, todos los demás están por debajo de ese rango. Así cómo quieren que se puedan comprar una casa quienes trabajan.
Esto se replicó con los demás gobiernos que les sucedieron: Fox, Calderón y Peña Nieto.
El Infonavit fue un nido de ratas durante estos cinco sexenios, la única opción que le dan a los trabajadores es comprar unos huevos en las periferias de las urbes, que no tienen calidad y son inservibles, se dejó de construir el desarrollo urbano con créditos al trabajo, sociales, para dejar el negocio a las constructoras.
Así que, por más que salgamos a marchar, a correr extranjeros, a romper ventanas de un café de cadena, nuestra realidad nunca va a cambiar sino identificamos realmente a dónde está nuestro problema, solamente nos vamos a seguir peleando todos contra todos, mientras los políticos que hicieron este desastre viven tranquilos, los bancos siguen haciendo un negocio lucrativo al exprimir con sus créditos y tasas de interés impagables a los mexicanos, y la construcción social es un negocio de las grandes constructoras voraces.
Discutamos en serio los problemas de vivienda de los trabajadores e identifiquemos las acciones reales que puedan hacer un cambio.
X: @riclandero |Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en derecho por la UNAM