“Si se quiere viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”

Emily Dickinson

Invitar a los estudiantes a leer y montar un carnaval lleno de colorido, baile y diversión, parecía una labor difícil, quizá imposible, pero cuando unas mujeres comprometidas con la cultura y educación de los jóvenes se lo proponen, se convierte en una realidad.

Los municipios de Veracruz, Medellín y Boca del Río, tuvieron en días pasados un evento sin precedentes: un festival de cultura y lectura que literalmente hizo bailar, leer y cantar no solo a los estudiantes, sino a la ciudadanía en general.

Estamos hablando de un festival inédito que llevó la cultura Afro-Veracruzano a las aulas y a las calles del puerto jarocho.

Este evento, posterior a la visita el pasado mes de febrero a tierras veracruzanas de la doctora Beatriz Gutiérrez Müller con su Fandango por la lectura, es parte del esfuerzo del gobierno federal -y ahora estatal- para que los jóvenes empaticen con la lectura y se alejen de las calles, donde son presas fáciles de la delincuencia.

Así, con música, bailes y algarabía, los muchachos aprenden a conocer las bondades de la lectura para contrarrestar el ocio y dejar de lado la mal sembrada idea de que leer es aburrido o tedioso.

El Festival de la Lectura y Cultura Veracruzana tuvo lugar durante tres días y estuvo a cargo de la Brigada de Fomento a la LecturaMujeres Insurgentes”, que recorren cada rincón del estado para despertar el hábito de la lectura entre los estudiantes de nivel medio superior de una forma muy peculiar: con actores, con bailarines, con diversión.

La Brigada está compuesta por docentes comprometidas en “enamorar” a la juventud con libros que les enseñan a conocer sus raíces y a amar su estado, tal como lo ha dicho la maestra Julieta Jiménez, principal promotora de las Mujeres Insurgentes, quienes en colaboración con el Fondo de Cultura Económica regalan libros y dan en préstamo otros más, con el compromiso de que no solo sean los estudiantes quienes los lean, pues se involucra a todos los integrantes de la familia para añadir un ingrediente más: la convivencia entre padres, hijos, hermanos, y hasta abuelos.

Lectura, sí. Feminicidios, no

Actividades como éstas son un respiro en un estado que se tiñe de sangre ante el terrible incremento de la violencia feminicida.

Tan solo en días anteriores supimos de la desaparición de ocho mujeres en la zona conurbada y también del lamentable aumento de mujeres que perdieron la vida al ser violentadas por hombres cercanos a ellas, especialmente por su pareja sentimental.

En entrevista telefónica, la regidora octava en Boca del Río, Ana Cristina Morales Villar, participante activa del grupo de Mujeres Insurgentes, me comentó que el gobierno municipal redoblaba esfuerzos para impedir que la violencia hacia la mujer siga en aumento y que por medio de actividades como los Fandangos por la lectura y este festival se pretende tener más jóvenes lectores y menos mujeres asesinadas.

Me tocó, y lo digo con orgullo, participar en varios eventos culturales como el que aquí se reseña y llevar a escuelas de Boca del Río más de 2000 libros en obsequio a niños de nivel primaria, pudiendo constatar la eficacia de este proyecto y las repercusiones que tendrá en el futuro.

Nuestro país se caracteriza por ser un país con muy bajos índices de lectura, pues según datos del INEGI, en 2022 los mexicanos leyeron en promedio 4 libros en doce meses, en tanto en Canadá, por citar solo un ejemplo, se lee un promedio de 17 libros al año.

Se busca expandir los clubes de lectura en Veracruz

El director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo, también participó en el Festival de lectura y ofreció una conferencia en un importante recinto de esta ciudad.

En la charla dijo que se pretende expandir los clubes de lectura en la entidad veracruzana, pues ahora se cuenta con solo 100 y se localizan en entidades como Xalapa, Orizaba y Córdoba, por lo que es importante que éstos lleguen a más municipios y por ello se tendrán reuniones con el gobernador del estado, Cuitláhuac García Jiménez.

Las Brigadas de Mujeres Insurgentes seguirán recorriendo el estado de Veracruz para conseguir que se lleve a cabo la otra revolución que nos urge no solo en el estado, en todo el país: la revolución de las conciencias.

Cada mujer que pertenece a este peculiar grupo lleva, al recorrer las calles, una imagen de las muchas heroínas que han marcado nuestra historia como Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario.

Este simbolismo en forma de homenaje a esas mujeres nos deja un mensaje muy claro: el papel de la figura femenina en México no es algo nuevo; sin ellas nuestra patria no sería la misma.

El deseo es que esa transformación sea permanente y que la presencia de mujeres valientes y comprometidas con la educación y el bienestar de los más jóvenes siga dejando huella.