El experimento

La encuestadora MetricsMX se ha preguntado si hay “Andrés Manuel para largo”, es decir, si el presidente mexicano superará, o no, la prueba de la consulta sobre la revocación de su mandato en 2022.

La respuesta, como se lee en el análisis difundido en SDPNoticias, depende de a quién se pregunte y en qué regiones del país. Aquí la encuesta.

El experimento consistió en cuestionar a mexicanos y mexicanas en edad de votar de las tres más importantes ciudades, la capital de la nación, Guadalajara y Monterrey, donde, en 2018, Morena de ninguna manera arrasó.

Los resultados

Como dice MetricsMX, a pesar del descalabro que sufrieron Morena y la 4T en la Ciudad de México el 6 de junio pasado, “sin duda la capital sigue siendo el bastión del obradorismo”.

Lo anterior se visibiliza claramente en los resultados del mencionado ejercicio demoscópico, ya que en la CDMX el 69% de los encuestados optarían por el hecho de que AMLO siguiera en la presidencia.

En Monterrey el 58% votaría a favor de AMLO, pero en Guadalajara el actual presidente perdería la consulta, aunque por un margen estrecho: 44% por su permanencia contra 56% por sacar a López Obrador del poder).

¿Por qué?

Para entender mejor las razones por las que se votaría a favor o en contra de la ratificación o la revocación del mandato del presidente López Obrador, MetricsMX formuló dos preguntas adicionales: (i) ¿por qué AMLO debe de seguir en la presidencia? Y (ii) ¿por qué AMLO no debe seguir en la presidencia?

Quienes apoyan la permanencia de Andrés Manuel en su responsabilidad lo hacen mayoritariamente por eludir el caos, esto es, por la compleja problemática que se originaría para que el Congreso de la Unión arribara a la designación de un presidente sustituto, lo que podría incendiar a México.

El caso de Monterrey ilustra muy bien el punto: del 58% de los respondientes regios que dijeron estar a favor de la ratificación del mandato de AMLO, 53% (más de la mitad) atribuyen su decisión a que “sería un caos” que el presidente se fuera antes de tiempo.

En Guadalajara impera otra lógica: entre los encuestados que votarían a favor de la revocación del mandato, 66% lo harían por considerar que López Obrador es “un mal presidente”. Aquí puede más el apasionamiento de los conservadores que las consecuencias dañinas para México que podrían presentarse como un cambio anticipado en la presidencia.

Lealtad electoral

Otro aspecto interesante que destaca MetricsMx es que “la lealtad electoral hacia el hoy ejecutivo federal es prácticamente total ya que muy pocos de los encuestados, es decir, entre un 2 y un 7.5 por ciento, que dijeron haber votado a favor de AMLO (la coalición Juntos Haremos Historia) en 2018 —eso independientemente de si se trata de Monterrey, Guadalajara o Ciudad de México—, votarían por la revocación de su mandato. De ese tamaño la popularidad que el presidente AMLO arrastra a la fecha”.

AMLO para rato

En resumidas cuentas Andrés Manuel terminará el sexenio. Y si los resultados de esta encuesta de MetricsMx se confirman el próximo año, la consulta de revocación servirá a Morena para recuperar el oxígeno perdido en 2021 en dos metrópolis fundamentales de nuestro país, la Ciudad de México y Monterrey, que no apostarán por decisiones que podrían resultar fallidas.

Claro está, el partido de izquierda deberá hacer la tarea en Guadalajara, donde evidentemente la ideología conservadora sigue siendo dominante.

El caso de Guadalajara podría ser el de Querétaro o algunos municipios del Estado de México o de Guanajuato, pero a juzgar por lo ocurrido en las elecciones federales y locales de 2021, ni AMLO ni Morena tienen motivos para preocuparse en la mayoría de las regiones de la nación.

Eso sí, quizá para futuros sexenios deberá ajustarse un punto fundamental de la revocación de mandato: establecer mecanismos constitucionales mucho más específicos y automáticos para el caso de que el presidente deje el cargo.

Nota sobre mayúsculas

Cansado de que me den lata con la inexistente mayúscula de la palabra presidente, cito a la Fundeu, de la Real Academia Española:

√ “Los nombres de los cargos, como presidente, ministro, director, secretario general, fiscal general y términos similares, se escriben con minúscula inicial por tratarse de sustantivos comunes”.

√ “Es habitual que los medios de comunicación escriban el nombre de los cargos (como gobernante, jefe de Estado, etc.) con mayúscula inicial: ‘La ONU elige al portugués António Guterres como su nuevo Secretario General’, ‘El Presidente se volvió a reunir con los representantes de los sindicatos’, ‘Recuperado de su enfermedad, el Ministro de Industria reapareció públicamente’, ‘Los dos candidatos podrían ser el próximo Jefe de Estado, según las encuestas’ o «dimite el Fiscal General del Estado’…”.

√ “Aunque el Diccionario panhispánico de dudas indicaba que se podía usar mayúscula inicial cuando se hacía referencia a una persona concreta que ejerce un cargo de este tipo, sin mención de su nombre propio, ahora las Academias de la Lengua recomiendan en la nueva edición de la Ortografía de la lengua española el uso de minúsculas en toda circunstancia, se trate o no de este tipo de alusión”.

√ “De este modo, en los ejemplos citados habría sido preferible escribir ‘La ONU elige al portugués António Guterres como su nuevo secretario general’, ‘El presidente se volvió a reunir con los representantes de los sindicatos’, ‘Recuperado de su enfermedad, el ministro de Industria reapareció públicamente’, ‘Los dos candidatos podrían ser el próximo jefe de Estado, según las encuestas’ y ‘Dimite el fiscal general del Estado’…”.

Notas olímpicas

√ Olímpica felicidad. Que Estados Unidos haya perdido en el basquetbol de Tokio 2020 es una excelente noticia. Por el bien de todos, los invencibles deben de vez en cuanto sufrir la derrota. Gracias, Francia, por haberlo hecho posible.

√ Olímpica frustración. Que en Tokio 2020 el país anfitrión haya vencido en la competencia de futbol a México, fue la peor noticia del pasado domingo. ¿Dónde quedó el brillante equipo que hace unos pocos días había arrasado con los franceses? No era real.

√ Olímpico orgullo. Que Ecuador sea el país latinoamericano mejor ubicado en el medallero, es un sueño del que pronto despertará, pero vaya que lo merecen esa nación y el superciclista Richard Carapaz, cuya primer bici —sin asiento y sin llantas— la rescató de la chatarra que su padre recogía en los basureros.

√ Olímpica ridiculez. Que el monero de la derecha, el señor Calderón, de Reforma, por un lado afirme que México vivió la más maravillosa democracia entre 1997 y 2018 —esto es, con Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto— y por otra parte asegure que con AMLO nuestro país ha retrocedido al autoritarismo priista, esa es una inmoralidad que perjudica la credibilidad del grupo de periódicos de la familia Junco.

√ Olímpica necesidad de vida o muerte. Que ya se vaya el rockstar de la epidemiología, urge que AMLO lo despida. Hugo López-Gatell es el peor error de la 4T y debe ser corregido a la brevedad posible.