1º acto: Pasa una banana..

2º acto: Pasa una manzana.

3º acto: Pasa una pera.

¿Cómo se llama la obra? “No pasa naranja”.

Clásico de la dramaturgia

Primer acto: Alemán Magnani y Cabal Peniche contra El País y PRISA

  • El año pasado, el periodista Darío Celis, siempre bien informado, dio a conocer que los nuevos socios de Radióplis, Miguel Alemán Magnani y Carlos Cabal Peniche, habían decidido arrebatarle el control editorial de tal empresa al grupo español PRISA, propietario del influyente diario El País, el único realmente global en nuestro idioma.
  • Suponían Alemán y Cabal que iban a poder salirse con la suya porque los representaba Luis Cervantes, “feroz abogado corporativo” (Celis dixit).

El País, el 26 de agosto de 2020 dio a conocer la noticia en estos términos:

  • “Los empresarios Miguel Alemán Magnani y Carlos Cabal Peniche han lanzado una ofensiva por la cual pretenden tomar a la fuerza el control de Radiópolis. Así lo ha denunciado el Grupo PRISA (editora de este periódico), que posee el 50% de las acciones del grupo radiofónico mexicano, y así se desprende también de un comunicado que ambos empresarios distribuyeron el martes”.
  • “En una secuencia de hechos que alcanzó su nivel más virulento este martes, Magnani y Cabal Peniche trataron de imponer un cuadro de directivos para hacerse con el control editorial de Radiópolis”.
  • “Las maniobras de Alemán y Cabal Peniche –que se suman a otros episodios de distinto carácter en el paisaje empresarial mexicano en los últimos dos años– vuelven a dejar en evidencia la inseguridad jurídica bajo la que operan los inversionistas en el país norteamericano”.

Segundo acto: La ley del karma es cabrona. O Alemán Magnani y Cabal Peniche, prófugos

  • “Ay, la cautela discreta, cuánta recompensa obtiene, y cuánto castigo la osadía”.
  • Eso lo dijo, hace unos días, el cronista de ciclismo de El País, Carlos Arribas, a propósito de una caída sufrida por el favorito en la Vuelta a España, el esloveno Primož Roglič.
  • Es una lección que espero hayan aprendido los empresarios Alemán Magnani y Cabal Peniche y, también, su abogado Cervantes porque:
  • Miguel Alemán Magnani sufre hoy mismo por una orden de aprehensión.
  • Al nieto del primer presidente civil mexicano se le acusa de, presuntamente, no haber pagado impuestos, y ya lo busca por la policía internacional.
  • El abogado de Alemán ha dicho que este hombre se encuentra en París, Francia, y que en esa nación se defenderá.
  • Cabal Peniche también es buscado por la policía internacional —cito a Milenio, que también interviene en esta tragicomedia—, acusado, con su esposa, Teresa Pasini Bertán, de haber cometido delito de fraude por 600 millones de pesos, “dinero que recibió de la empresa Crédito Real para comprar Grupo Radiópolis”.
  • Obviamente PRISA y El País no maniobraron para que la justicia mexicana persiga a Cabal Peniche y a Alemán Magnani, pero el karma manda —contra esta ley no puede ni el abogado Cervantes…
  • Y, bueno, los directivos y accionistas de El País y PRISA deben estar satisfechos por restar dos enemigos a los muchos que tienen por otras razones que aquí no se discutirán.

Tercer acto: Pancho, el de Milenio, con PRISA y El País

El pasado 23 de agosto Milenio dio a conocer lo siguiente:

  • “El presidente, Andrés Manuel López Obrador, recibió la tarde del lunes en su oficina de Palacio Nacional, al presidente del Consejo de Administración de Grupo Multimedios, Francisco González, y a Joseph Oughourlian, presidente del periódico El País y de Grupo PRISA
  • El propio Andrés Manuel dio a conocer en Twitter ese hecho:

¿Cómo se llama la obra?

Se llama “Pancho es bien vivo”. Pienso que no tarda en anunciarse un acuerdo societario entre PRISA y la empresa editora de Milenio, propiedad de Francisco González, para que este participe de algún modo en Radiópolis.

¿Cómo sería tal pacto empresarial? Quién sabe. En los negocios los potentados son creativos a la hora de ponerse de acuerdo, lo que significa que hay asociaciones de dulce, de chile y de manteca, esto es, perfectamente legítimas y no tanto.

Quizá eso, sin demasiados detalles confidenciales, es lo que el presidente de PRISA y el señor González fueron a contarle al presidente AMLO.

Lo que sea, bien jugado ese balón por parte de don Pancho.