La bici

Alejandro Valverde se cayó, se fracturó y las lesiones lo obligaron a abandonar la Vuelta a España. Un descuido y la competencia terminó para el veterano ciclista.

Si había alguien en el pelotón con experiencia suficiente como para no cometer un error era Valverde. Antes del accidente, este deportista había atacado. Se le notaban las ganas de ganar. Tristemente nadie es más imprudente que la persona decidida a lograr lo imposible.

Por su edad, a pesar de su excelente forma física, Alejandro Valverde no contaba con capacidad para dejar atrás al favorito —medalla de oro en Tokio en la contrarreloj, ganador el año pasado de la Vuelta—, Primoz Roglic, de Eslovenia.

El español no iba a poder con el esloveno, pero había decidido intentarlo; entonces, la fatalidad, apareció un bache, desestabilizó la bicicleta y, debemos estar felices, tuvo suerte de solo haberse fracturado. Pudo haber sido bastante peor, inclusive mortal. Tan dura fue la caída.

Italia y el covid

En este momento, Lombardía, en Italia, parece estar sin mayores problemas relacionados con el covid.

Estoy hablando, probablemente, de la región europea que más sufrió en los primeros meses de la pandemia, y ahora mismo se prepara para otro retorno a la “normalidad”. Otro, sí. Ya hubo un anterior fracaso, ahí y en todas partes.

El hecho es que ahora mismo son muy pocos los lombardos contagiados. ¿Hay razones para pensar que ya ganaron la guerra sanitaria? No, desde luego. Y peor les irá si se confían en exceso.

Los expertos lo saben, tal como lo leí en el Corriere de la Sera: “Entre finales de agosto y principios de septiembre, como ya sucedió el año pasado, los milaneses y lombardos que regresarán a casa (de sus vacaciones) traerán el virus de vuelta a la ciudad y a la región”.

Los especialistas italianos no pueden predecir con certeza el impacto en la salud del retorno masivo de los vacacionistas, pero para más o menos saber lo que pasará se ven en el espejo de Israel e Inglaterra: aumentará el número de contagios, y quizá —si bien les va— con menos hospitalizaciones que el año pasado.

Lo que sea, no son optimistas los pronósticos que realizan los expertos para el corto plazo, cuando las ciudades lombardas volverán a la “normalidad”, algo que ocurrirá con los vacacionistas de nuevo en sus puesto de trabajo y, sobre todo, con el regreso a clases.

No puede haber optimismo porque, lógicamente, la “normalidad” incrementará la movilidad y, con esta, subirá el número de contagios.

Por fortuna, dicen algunos italianos, en su país ha avanzado bastante la vacunación. El problema es que las vacunas ayudan, pero ya se ha demostrado que no resolverán el problema por sí solas.

Los especialistas consultados por el Corriere no vacilan al expresarlo: no es correcto generar ilusiones basadas en la inmunización. Las lecciones israelíes e inglesas enseñan que, a pesar de las excelentes campañas de vacunación, “los casos probablemente aumentarán de nuevo, incluso mucho”.

Nuestro país

En México, la “normalidad” que las autoridades han decretado que ha aumentado la movilidad, los contagios y las muertes. Hay que decir las cosas como son, ya que negar la realidad solo nos dificultará todavía más hallar la salida al laberinto.

Las vacunas han ayudado a la sociedad mexicana, pero no lo suficiente porque (i) hay demasiadas personas que todavía no se han inmunizado, (ii) muchas de las inyecciones que hemos recibido no son de calidad, como las chinas que se aplicaron a los maestros, y (iii) hay dudas acerca de qué tan duradera es la protección que ofrecen inclusive las mejores vacunas, como la Pfizer.

En tales condiciones los niños y las niñas volverán a clases. Con un agravante, por cierto: en 2021 la población infantil se contagia y enferma más de covid que en 2020. Insisto, las cosas como son. Negar los hechos no ayuda en nada: todo lo contrario, estorba

Espero que las ganas de ganar cuanto antes la guerra sanitaria no compliquen las cosas. De todo corazón deseo que el ya cercano regreso a clases no sea una medida imprudente, sino una decisión bien planeada. Porque si el cálculo del gobierno ha sido erróneo, la vamos a pasar muy mal. Pero no quiero ni pensarlo.

Nada me gustaría más que aplaudir en un par de meses lo que ha hecho el gobierno. Lo digo con toda sinceridad.

En la Vuelta a España, cuando Valverde atacó, deseé que tuviera éxito, aunque sus posibilidades de derrotar a Roglic eran mínimas. Nunca sabremos si le iba a ir bien o mal en su ataque: se descuidó y cometió un error grave.

Espero que el gobierno mexicano haya cuidado todos los detalles y realizado el mejor cálculo antes de ordenar la reapertura de las escuelas… porque si no se han hecho bien las cuentas, lo que nos va a costar.