La desgracia de Don Quijote no fue su fantasía, sino Sancho Panza

Franz Kafka

Los médicos deben estar muy abiertos a entender la diferencia entre la información y el conocimiento

Leído en Lancet

Don Andrés Manuel, presidente de México:

Tú me conoces, presidente: soy orgullosamente un neoliberal. Inclusive, como le dije a un tipo de izquierda que me daba lata en Twitter por mi ideología, acepto ser asquerosamente neoliberal. ¿Soy conservador? En algunos temas, sí; en otros, no. ¿Fifí? Creo que no alcanzo tal etiqueta: ni mi patrimonio ni mi forma de vestir me califican para adquirir la ciudadanía de la hermana República de FiFidonia, que hasta tiene su cuenta de Twitter, @RepDeFiFidonia:

No sigo a esa cuenta, querido presidente, porque no se me admite: soy seguidor tuyo desde hace muchos años. Eres el hombre más honesto que conozco y ello te permitirá pasar a la historia como el presidente que cambió, para bien, a nuestro país.

No estoy de acuerdo contigo en todo, Andrés Manuel, pero en lo fundamental sí, esto es, en que urge acabar con la corrupción y en que el gobierno debe dedicar la mayor parte de su energía y de sus recursos a ayudar a los pobres.

Una de mis diferencias con tu gobierno tiene que ver con el regreso a clases. A eso voy.

Debate familiar

Tengo un hijo, una hija y seis nietos. Familia numerosa, sin duda. Queda claro que Malthus no es nuestro filósofo de cabecera.

Conoces a mi hijo, Federico Manuel. Él está a favor del regreso a las clases presenciales. Es un debate que tenemos entre nosotros. Fede hasta publicó un artículo en SDPNoticias con sus argumentos, aquí lo puedes consultar: “Soy papá y apoyo el regreso a clases presenciales”

Lo admita o no, creo que la principal razón por la que Fede apoya volver a las escuelas tiene que ver con que sus tres niños y su niña están afortunadamente en perfecto estado de salud.

En la casa de mi hija la situación es distinta. Irma Alejandra no está convencida de que vuelva al colegio su niño mayor —lo conociste en un video, Andrés—.

El pequeño tiene serios problemas de salud y, para colmo, el año pasado enfermó de covid. Lo superó, pero algunas semanas después se internó en el hospital, ya sin el virus en su cuerpo, pero afectado por algo que entonces se pensó era Kawasaki.

Se le atendió rápidamente con dosis altas de esteroides y con inmunoglobulina. Hoy los médicos piensan que quizá no era Kawasaki, sino algo nuevo, conocido en inglés como multisystem inflammatory syndrome in children (MIS-C) associated with covid-19. En español es PIMS, síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico.

La mentira

Creo que debes exigir a quienes manejan la cuenta de Twitter del gobierno que no digan falsedades. Tú no mientes, Andrés, jamás lo has hecho. ¿Debe mentir la información oficial?

Me parece un insulto a los niños que enferman de covid esta afirmación de algún funcionario irresponsable: “En el mundo NO existe evidencia de epidemia por Covid-19 en menores de edad”.

Mentir es pecado

Evidencia sobra, querido presidente. ¿Te acuerdas cuando tus asesores del sector salud utilizaron a la revista Lancet como la Biblia para justificar la adquisición de vacunas rusas? Si pides a tu gente que pase a la página de internet de tal publicación encontrarán el Lancet Child & Adolescent Health.

Abundan ahí artículos sobre el PIMS o MIS-C asociado a covid. Cito lo que dice sobre este síndrome un científico que publicó en Lancet:

  • “Es muy raro en la medicina moderna que aparezca una condición verdaderamente novedosa. Para los pediatras de todo el mundo enfrentarse a una entidad totalmente nueva llamada síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico… en medio de una pandemia no tenía precedentes”.
  • “Es difícil aprender sobre una condición emergente. La identificación, categorización y definición son bastante simples, pero por su propia naturaleza, se desconocen las respuestas a las preguntas verdaderamente importantes. Tres preguntas fundamentales sustentan cualquier condición: ¿cómo estratificamos a los pacientes?, ¿cómo los tratamos? y ¿cuál es su pronóstico?

En su página de internet la prestigiada Clínica Mayo explica qué es el MIS-C o PIMS:

  • “El síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico es una afección grave que parece estar relacionada con covid-19”.
  • “La mayoría de los niños que se infectan con el virus del covid-19 tienen apenas una enfermedad leve. Pero en el caso de los niños que desarrollan el MIS-C, se inflaman gravemente algunos órganos y tejidos, como el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, los riñones, el aparato digestivo, el cerebro, la piel o los ojos”.

Los casos en México

En 2013 se creó la Red de Enfermedad de Kawasaki en América Latina (Rekamlatina), integrada por más de 100 especialistas latinoamericanos, entre los que desde luego hay mexicanos, como Enrique Faugier, reumatólogo pediatra dedicado a la atención de pacientes y a la investigación.

A Rekamlatina se le considera la red internacional con el mayor número de países integrados para la investigación de la epidemiología de la enfermedad de Kawasaki en niños.

Por las similitudes entre Kawasaki y el nuevo síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, Rekamlatina ha decidido investigarlo con seriedad científica. El estudio, patrocinado por la Universidad de San Diego, ha empezado por medir el problema. Ya se sabe, problema que no se cuantifica, no se entiende.

No conozco los resultados del estudio, que se publicará próximamente. Pero me alarmó cierto tuit de uno de los científicos, el costarricense Rolando Ulloa-Gutierrez:

No entiendo por qué el gobierno de México reporta cero casos a la Organización Panamericana de la Salud, cuando en junio ya había 191 niños y niñas con el peligroso síndrome.

No solo los funcionarios del sector salud mexicano ocultan información; en Perú ocurre lo mismo: reportaron a la OPS tres casos cuando en junio sumaban 67 solo en tres hospitales de ese país.

Layín como experto en epidemias

Andrés Manuel, ¿no te recordó a Layín, el alcalde que robaba poquito, la frase de Hugo López-Gatell de que no hay problema porque “la mortalidad en adolescentes y niños ya era muy baja en la segunda ola y continúa siendo muy baja en la tercera ola”.

Muy baja de ninguna manera significa inexistente. Y si siguen creciendo los contagios en niños y niñas, la cifra de decesos aumentará.

Para sus padres y madres un solo niño, una sola niña que muera es una cifra no solo demasiado elevada, sino aterradora.

La anterior no es una conclusión ideológica, sino una posibilidad que personalmente me espanta

¿Qué ha cambiado?

Hace mucho tiempo, cuando yo era un veinteañero, leí en un ensayo de Albert Camus una frase que no he olvidado:

“Si bien la lucha es difícil, las razones para luchar siguen estando claras”.

Podría ser la síntesis de tu vida: a pesar de las adversidades no has dejado de pelear por lo que consideras justo; no abandonas la lucha ni siquiera hoy que despachas en Palacio Nacional, y no lo haces porque las arbitrariedades ahí permanecen, muchas ya no las genera el gobierno, pero las mafias mediáticas y empresariales se oponen con todo a los cambios positivos que promueves.

Usaré la expresión de Camus para tratar de refutar tu idea de que es posible un regreso seguro a clases.

¿Qué condiciones se modificaron? ¿Es decir, qué es distinto hoy al año pasado, cuando se suspendieron las clases? ¿Qué no ha cambiado? Respondo.

Hay dos cambios fundamentales en relación a 2020:

  • Los maestros están vacunados, y qué bueno. Pero la triste realidad de la pandemia dice que las personas inmunizadas también se contagian y enferman; en la mayor parte de los casos no de gravedad, pero sí contagian.
  • Los niños y las niñas, en todo el mundo, se enferman más en 2021 que en 2020. Por la variante delta, tal como lo han dicho numerosos expertos, entre ellos, el estadunidense Anthony Fauci. Se enferman menos que las personas adultas, es verdad, pero se enferman. Lo peor es lo que en algunos casos viene después: el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico.

No ha cambiado en 2021 en relación a 2020:

  • El terroríficamente elevado número de contagios diarios: más de 22 mil reportados ayer.
  • La enorme cantidad de muertes por covid que se reportan cada 24 horas: ayer más de 600.

Si las razones que llevaron al cierre de las escuelas ahí siguen e inclusive son más graves, entonces no hay condiciones para un regreso seguro a las clases presenciales.

Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

¿Qué hacer?

No tengo la menor idea. Simple y sencillamente no veo condiciones para un retorno seguro a las escuelas.

¿Mi diagnóstico está basado en la ideología neoliberal en la que me he formado? Espero que no.

Y si acaso me estoy dejando llevar por mis fantasmas ideológicos, me consuela no haber caído en el ridículo que ha hecho un ídolo de la izquierda mexicana, Evo Morales, quien ha dicho que la pandemia es una “guerra biológica del capitalismo” que “busca eliminar a la población de mayor edad, pobre y con discapacidades”. Vaya pendejada.

Esa sí es ideología, Andrés Manuel. ¿Lo son las notas de El Universal sobre el aumento de contagios en la población infantil? Creo que se trata de notas basadas en datos duros. Otra cosa es que los editores al servicio de Juan Francisco Ealy Ortiz las publiquen con ganas de dañar a la 4T, algo de lo que estoy completamente seguro.

Cité a Kafka al principio: “La desgracia de Don Quijote no fue su fantasía, sino Sancho Panza”. El excesivo realismo paraliza, lamentablemente así es.

Deseo de todo corazón que la desgracia de tu gobierno idealista no sea, en lo relacionado con la pandemia, la falta de una dosis adecuada de realismo basado en la ciencia.

La 4T ha informado correctamente sobre la pandemia, a pesar de algunos picadillos como no reportar a la OPS el número de casos del nuevo síndrome pediátrico. Pero creo que en la toma de algunas decisiones no ha abundado el conocimiento objetivo.

Es que, admitámoslo, si bien le sobra preparación a Hugo López-Gatell, en ocasiones sus diagnósticos de la situación son, por decir lo menos, simple y sencillamente absurdos.

¿Ha pedido Gatell, a pediatras especializados, un estudio serio para más o menos pronosticar cómo crecerá —o no crecerá— el nuevo síndrome infantil asociado al covid?

Cito de nuevo a Kafka, Andrés Manuel: “Reflexionar serena, muy serenamente, es mejor que tomar decisiones desesperadas”. No puedo sugerirte otra cosa.

Carezco de conocimientos sobre las complicaciones del covid en niños y niñas, pero tengo información, tristemente adquirida por la experiencia de la enfermedad.

Acepto que mi información puede ser muy limitada y, por lo tanto, quizá me engaña. No me creas a mí, presidente. Pero, por favor, pregunta a los expertos. Tu eminente secretario de Salud, Jorge Alcocer, te dirá que ni él, genio de la reumatología para personas adultas, se atrevería a opinar sobre inflamaciones infantiles. Y si Alcocer no sabe, Gatell menos todavía.

Hay en los hospitales del sector salud grandes reumatólogos e inmunólogos pediatras. ¿Tu gobierno los consultó, Andrés Manuel? Muchas cosas, muy valiosas podrían aportar.

Posdata

Si es un hecho el regreso a clases, entonces, querido presidente AMLO, creo que estarás obligado a ponerte el cubrebocas en todas tus apariciones públicas. Para que des el ejemplo y motives a los niños que traerán la mascarilla en los salones.