Se juntaron a desayunar, en Zacatecas, el senador Ricardo Monreal y el canciller Marcelo Ebrard. Aquí la nota de SDPNoticias:

Presidenciables: Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal se toman foto en Zacatecas

Cuidadoso, Monreal aclaró que coincidió con Ebrard porque este acudió a la toma de protesta del nuevo gobernador zacatecano —David Monreal— como representante del presidente López Obrador.

Es decir, temeroso —todavía— del actual poder presidencial, Ricardo Monreal explicó lo anterior para que nadie fuera a pensar que se anda juntando con Marcelo Ebrard para lo único que ellos saben hacer: grillar a alguien más.

Menos cuidadoso, Ebrard no justificó nada en Twitter y solo dijo que “tuvo el gusto de desayunar” con Monreal, su “compañero de muchas batallas”.

Ebrard pudo haber desayunado o cenado con el nuevo gobernador, David Monreal, hermano de Ricardo, pero como esa reunión no iba a generar ningún tipo de comentario, prefirió no hacerlo. El canciller no pierde el tiempo con personajes que le parecen menores. O quizá sí lo hizo, pero no lo presumió.

Marcelo Ebrard sí quiso destacar que estuvo con Ricardo Monreal. ¿Por qué? Porque ellos buscan lo mismo: la candidatura presidencial de Morena, pero ninguno es favorito. La favorita, dice todo el mundo, es Claudia Shienbaum.

Ambos, Monreal y Ebrard, por cierto, viven horas bajas.

Al secretario de Relaciones Exteriores lo persigue el fantasma de la Línea 12 del metro, con el que nomás no puede; y ahora debe estar muy desanimado no solo por el hecho, absolutamente frustrante, de que Andrés Manuel lo haya ignorado al nombrar nuevo embajador en España, Quirino Ordaz Coppel, sino también, y sobre todo, por la posibilidad de que se le pueda ocurrir a su jefe, el presidente López Obrador, reemplazarlo con una persona que, a diferencia de Marcelo, sí sabe de diplomacia, María Carmen Oñate —admitámoslo: todo el mundo se expresa maravillosamente de esta mujer— y que ha decidido retirarse del servicio exterior, lo que significa que ella quedará como agente libre más que lista para ser la canciller mexicana. También está disponible la otra gran figura del servicio, Martha Bárcena, exembajadora en Estados Unidos.

Monreal no la ha pasado bien recientemente. Andrés Manuel nomás no lo incluye en la lista de presidenciables, y en el Senado la llegada de la florero Olga Sánchez Cordero le ha quitado poder al zacatecano. Porque la ministra en retiro Sánchez Cordero podrá ser acusada, con misoginia, de haber sido un adorno en la Secretaría de Gobernación, pero que en realidad es políticamente muy hábil, muy dura y no se deja de nadie, menos del disminuido zacatecano.

La verdad de las cosas es que no tuvo nada de inocente la reunión entre el senador Ricardo Monreal y el canciller Marcelo Ebrard en Zacatecas, a la que no invitaron al personaje del momento en esa entidad, David, hermano del, todavía, gran jefe de los senadores de Morena.

Ese encuentro me recordó una expresión bastante sabia de Enrique Jardiel Poncela: “Los hombres (las mujeres también) sólo se unen con sinceridad socialmente cuando se trata de reventar a un tercero”.

¿Quién es el tercero que en Zacatecas planearon reventar Monreal y Ebrard? Adivinaron si contestan que no han buscado reventar a un tercero, sino a una tercera.

Los cines populares

Siempre me ha llamado la atención otra frase de Jardiel Poncela: “Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa”.

Suplico a Andrés Manuel reflexionar sobre la misma. Creo que está gobernando tal como dijo durante décadas que iba a hacerlo, pero hay gente que entendió, en la campaña de 2018, que AMLO gobernaría, sí, desde la izquierda, pero no tan a la izquierda.

El presidente López Obrador sabrá si, motivado por las circunstancias, cambió —o no lo hizo— el programa original. Lo que sea, creo que se trata de una reflexión que vale la pena.