Desde hace ya tiempo, sin ser yo militante del PAN, he venido notando que Marko Cortés, su líder, ha ido perdiendo fuerza. Pero para serles muy honesta, desde el principio noté que él no tenía la fuerza para ser un buen líder. Lo noto débil y desinteresado por el partido y por todo.

No le creo a sus discursos de “Unidad”, parece más un vendedor de colchones que el líder de uno de los partidos políticos más importantes del país.

Porque aún cuando ustedes que me leen, estén afiliados a otros partidos políticos o no simpaticen con el PAN, no pueden negar que es un partido que ha sabido estructurarse e imponerse a lo largo de la historia política de México. Se ha sabido posicionar.

Pero la verdad, ahora con el liderazgo de Marko, siento que ese partido en cualquier momento puede ya pulverizarse.

Muchos se han peleado por tener el puesto que tiene Marko y él, con uñas y dientes se ha aferrado a no soltarlo, mi duda es ¿porqué este aferramiento? Otros más han renunciado al PAN por no poder coincidir con Marko Cortés en nada. Hoy por ejemplo, puso su renuncia Martha Márquez, después de 18 años de militar en el partido, por considerar que a Marko Cortés solo le interesa el dinero y hacer negocios y por ende sólo le importan los estados de la República que le dejan dinero. Ha sido una mujer valiente que se ha atrevido a decir lo que muchos otros no, porque muy a fuerza le han mostrado su apoyo y hasta quién sabe cómo y con qué o porqué, resultó reelegido como Presidente del PAN, esa reelección hasta pareció autoreelección. Quién sabe quién votó por él y a cambio de qué, pero siendo brutalmente honestos, Marko Cortés ya no tiene cabida en el PAN.

Y si en verdad amara tanto al partido como dice amarlo y a su propio país, se debería hacer a un lado ahora porque después será demasiado tarde, porque ya la presión es mucha y las renuncias y denuncias se están haciendo sonar.Francisco Domínguez fue uno de los que alzó la voz y sentenció:

“Por tercera ocasión reitero mi postura: no participaré en ninguna actividad con la actual dirigencia del PAN. No seré cómplice de la destrucción del partido ni en la extinción de la democracia y la libertad mexicanas.Urge recuperar la altura, visión y talento”

Francisco Domínguez

Muchos están dejando de tenerle miedo a Marko Cortés y muchos están decididos a bajarse del barco.El PAN como todos los demás partidos tiene sus cosas malas pero también sus cosas buenas. Al menos era un partido que la oposición esperaba que fuera más sólido y firme como para anclarse a él.

Por eso es entendible que el Presidente se ría y diga: “¿cuál oposición si no hay?” Y es verdad, no hay claridad, ni una oposición clara. Ni liderazgo ni nada. Solo está un Marko Cortés que solo ve como maquina de hacer dinero al partido pero que en realidad, en lo sustancial, se le nota el total desinterés por hacer del PAN lo que en años anteriores fue.

Yo soy de la idea que para volver a rearmarlo y relanzarlo estarían muy bien o un Francisco Domínguez, o el regreso de Felipe Calderón. Incluso una Margarita Zavala. (Ya se, muchos no los quieren, es mi humilde opinión) pero sea como sea, si no sale Marko Cortés, al PAN le queda poco tiempo de vida.

Es cuánto.