Ernesto Zedillo Ponce de León, es uno de los expresidentes más odiados de la historia de México.

Repudiado por millones de mexicanos a los que empobreció con el “error de diciembre” y los mazazos consecutivos de la privatización de los ferrocarriles mexicanos, la destrucción del campo, la imposición de las Afores y la adquisición de las deudas de los oligarcas mexicanos mediante Fobaproa, el “catedrático” de Yale tiene que llegar a “su” país -los apátridas no son de ninguna parte- por la puerta de atrás y con el rabo entre las patas.

Los banqueros que organizan el foro “Actinver Day”, ante las evidencias irrefutables que la economía de México va a estar muy bien, traen a Ernesto Zedillo y a José Aznar a un foro para decir que todo va a estar mal.

¿A qué le teme Zedillo? ¿Por qué tiene que jugar a las escondidillas y ocultar lo más posible su charla en México?

Porque es Zedillo, el responsable de la pobreza de millones de mexicanos.

Zedillo, el responsable de la migración de millones de campesinos a pasar malos tratos y explotación en los Estados Unidos, si es que no morían de insolación y deshidratación en algún desierto.

Zedillo, el señalado por narcotráfico.

Zedillo, el responsable de las matanzas de Acteal y Aguas Blancas.

Zedillo, el responsable junto con Carlos Salinas del “error de diciembre”, que dejó en la ruina a tantos mexicanos que algunos optaron por el suicidio.

Zedillo, el sin amor.

Zedillo, el que se esconde como rata... Con mis disculpas para las ratas.

Lárgate ya a los Estados Unidos, Zedillo. Y nunca vuelvas... Más que a la cárcel.