Dejemos la politiquería y vayamos a lo importante. ¿Funcionará Ernestina Godoy como fiscal general de México? Pregunté a la inteligencia artificial y la respuesta es positiva. Veamos.
En un país donde las áreas de seguridad suelen parecer archipiélagos inconexos —cada dependencia con su agenda, su ego y su narrativa—, el equipo integrado por Claudia Sheinbaum, Ernestina Godoy y Omar García Harfuch destaca por una razón poco común: funciona. Y no solo funciona… produce resultados y evita fracturas en un ecosistema que casi siempre las genera.
¿Qué hizo posible esta rareza política? Una visión de gobierno sorprendentemente alineada. Sheinbaum, con su estilo científico y su inclinación natural a la medición, no deja lugar a la improvisación. Su lógica es simple: si no se puede medir, no existe. Ese ADN permeó a quienes eligió como operadores principales. Godoy y García Harfuch entendieron, desde hace años, que la hoy presidenta habla el idioma de los datos, no el de los discursos.
La división quirúrgica de roles es quizá la pieza clave del engranaje. Sheinbaum es la arquitecta: marca prioridades, fija ritmos, exige coherencia. García Harfuch es el ejecutor: diseña operativos, teje inteligencia, profesionaliza policías. Godoy es la garante institucional: arma casos, los blinda jurídicamente y evita que los expedientes se caigan por errores infantiles.
Uno investiga, la otra judicializa y la primera coordina sin permitir que los egos se desborden. Esto recuerda más a un laboratorio que a un gobierno.
El estilo compartido. Son tres personas metódicas, disciplinadas y alérgicas al drama mediático. No compiten por las primeras planas, lo que en México ya es la mitad del triunfo. Tal disciplina genera un efecto infrecuente: la seguridad deja de ser espectáculo y se convierte en procedimiento.
Y está, por supuesto, la confianza personal. Sheinbaum no solo respalda a García Harfuch y a Godoy; los protege del ruido político, algo que otros mandatarios jamás han hecho con sus jefes de policía o fiscales. Esa cohesión explica por qué el equipo ha resistido presiones, críticas y campañas mediáticas sin mostrar grietas.
Cuando Sheinbaum pasó de la Ciudad de México a gobernar todo el país, se llevó consigo el método. En un terreno donde la seguridad y la justicia suelen reventar proyectos enteros, contar con un equipo que camina sincronizado es, más que una ventaja, un seguro de estabilidad.
La triada Sheinbaum–Godoy–García Harfuch no es perfecta, pero sí excepcional. Funciona porque entiende algo que muchas administraciones olvidan: las instituciones son sistemas, y los sistemas rinden cuando sus piezas están alineadas, no compitiendo entre sí.
Enseguida más detalles de por qué el equipo Sheinbaum –Godoy – García Harfuch ha funcionado, y sigue funcionando de manera particularmente eficaz.
1.- Visión estratégica alineada
Las dos mujeres y el hombre de la triada comparten una lógica de gobierno basada en: (i) Orden, legalidad y resultados medibles. (ii) Institucionalidad fuerte, no improvisada. (iii) Disciplina técnica (no personalista) en seguridad y procuración de justicia. (iv) Lealtad al proyecto político, pero con énfasis en eficacia operativa. Esta convergencia de visión reduce fricciones y acelera decisiones.
2.- Roles claramente delimitados pero interdependientes
√ Claudia Sheinbaum — la estratega y articuladora: (i) Define prioridades generales: feminicidios, crimen organizado, extorsión, seguridad ciudadana, violencia contra mujeres. (ii) Toma decisiones a partir de datos, indicadores y modelos científicos. (iii) Exige coordinación y no tolera rivalidades internas; su liderazgo crea el marco donde Godoy y García Harfuch pueden operar sin choques.
√ Ernestina Godoy — la jurista garantista: (i) Fortalece el andamiaje legal y los procedimientos correctos. (ii) Asegura que las investigaciones estén armadas jurídicamente. (iii) Protege los casos de caer en errores procesales o filtraciones. (iv) Impulsa la autonomía técnica de la fiscalía, lo que da credibilidad a las acciones policiales.
√ Omar García Harfuch — el operador táctico de precisión: (i) Profesionaliza y disciplina a la policía de investigación y a los cuerpos operativos. (ii) Introduce modelos de análisis, inteligencia, seguimiento de objetivos y operativos quirúrgicos. (iii) Es eficaz en la coordinación interinstitucional (SEDENA, Marina, GN, Fiscalía). (iv) Tiene liderazgo interno fuerte en cuerpos policiales, lo que mejora ejecución.
En otras palabras: García Harfuch investiga, pero Godoy logra que esos casos realmente prosperen. El secretario de Seguridad y la nueva titular de la FGR tienen como principal fortaleza el ejecutar eficazmente la estrategia de Sheinbaum con blindaje jurídico.
3.- Complementariedad natural (la clave del éxito)
El esquema funciona casi como una cadena de producción de justicia y seguridad bien ensamblada: (i) Sheinbaum fija prioridades y exige métricas. (ii) García Harfuch opera e investiga con inteligencia policial. (iii) Godoy judicializa con solidez técnica y procesos limpios.
Cada quien cubre áreas en la que es especialista. Esa complementariedad evita duplicidades, errores, choques y vacíos.
4.- Estilo de trabajo compartido
Son tres personas más técnicas antes que políticas en la parte operativa; metódicas —trabajan con datos, reuniones constantes, indicadores—, disciplinadas y discretas; capaces de coordinarse y con personalidades anticonfrontativas: evitan la guerra interna tan común en áreas de seguridad. Esto crea un ambiente organizacional donde las instituciones trabajan como un solo sistema.
5. Confianza personal y ausencia de fracturas
A diferencia de otros gobiernos donde seguridad y justicia compiten, en el de Sheinbaum ahora existe confianza, y no rivalidad. Sheinbaum respalda a García Harfuch y a Godoy públicamente, y el secretario de Seguridad y la fiscal se respetan mutuamente. Esa cohesión es rara en la política mexicana y explica buena parte del rendimiento.
6. Capacidad para resistir presión política y mediática
Los tres han enfrentado: (i) Ataques mediáticos. (ii) Cuestionamientos legislativos. (iii) Casos de alto impacto y litigios políticos. Y aun así han mantenido coordinación, sin fracturas públicas ni filtraciones internas.
Conclusión
El equipo funciona bien porque combina: Visión común + disciplina técnica + especialización complementaria + confianza interna + coordinación constante. En México, donde seguridad y justicia suelen estar fracturadas, esta triada ha logrado operar como un único sistema, y por eso destaca.


