“El destino de México por el dedo de Dios se escribió”

Himno Nacional Mexicano compuesto por Francisco González Bocanegra

Después de todo lo que se ha vivido en éste gran país llamado México, desde su Independencia hasta nuestros días, ya es tiempo de que sea gobernado por un gran personaje, alguien que verdaderamente logre retomar el camino que siempre debió haber seguido para ser una gran nación, hecho que debe ser histórica y proféticamente merecido.

El próximo presidente en cuestión debe ser mexicano, e hijo de padres mexicanos, tal como está establecido en nuestra Constitución Política, en uno de sus capítulos que jamás podrá ser reformado ni modificado, debe ser alguien que ama a México y que lo haya demostrado durante toda su vida, debe tener alrededor de 60 años, ya que como la historia lo ha demostrado, lo ideal para un gran liderazgo político es no ser ni muy joven ni muy mayor.

Debe también ser alguien pensante, inteligente, sentimental y racional, pero sobre todo, sabio, en toda la extensión de la palabra.

Dicha sabiduría incluye la capacidad de conocer la historia y aplicarla al presente, para reconocer los logros y evitar los errores cometidos, y así, repito, retomar el camino del éxito que proféticamente se estableció en estas tierras con la señal del águila sobre un nopal devorando a una serpiente, y con el establecimiento astronómico de ser el ombligo de la luna.

También es importante que éste personaje mexicano sepa escribir, en prosa y en verso, y, aunque parezca inverosímil, que también sepa cantar, canciones rancheras y clásicas.

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Para el efecto de gobernar bajo estas premisas, va a ser irrelevante el partido político que lo represente, su liderazgo superará todas las expectativas políticas, independientemente de pertenecer a las incomptensibles derecha o izquierda, tendencias mal aplicadas desde siempre.

El próximo presidente de México debe tener el amor patriótico de José María Morelos y Pavón, la inteligencia de Benito Juárez, y la audacia política de Lázaro Cárdenas del Río, y sí, sí existe alguien así.