“El que toma las riendas del gobierno no debe ocuparse en sus asuntos propios, sino en los públicos; debe únicamente interesarse por el interés general, no apartarse ni lo ancho de un dedo de las leyes que él ha promulgado y de las que es ejecutor, y responder de la integridad de todos los funcionarios y magistrados. Expuesto a las miradas del pueblo, puede ser como un astro benéfico que procura la máxima dicha de sus súbditos, o como maléfica estrella que acumula los mayores descalabros. Los vicios de los demás ni se advierten ni se divulgan tan vastamente, pero él está en posición tal, que si en algo se aparta de la honestidad, ello se extiende a muchedumbre de personas como funesta peste.”

ERASMO DE RÓTERDAM

“Todo amor nuevo que aparece

nos ilumina la existencia,

nos la perfuma y enflorece.

En la más densa oscuridad

toda mujer es refulgencia

y todo amor es claridad.

Para curar la pertinaz

pena, en las almas escondida,

un nuevo amor es eficaz;

porque se posa en nuestro mal

sin lastimar nunca la herida,

como un destello en un cristal.

Como un ensueño en una cuna,

como se posa en la ruina

la piedad del rayo de la luna.

Como un encanto en un hastío,

como en la punta de una espina

una gotita de rocío...”

AMADO NERVO

Marcelo Ebrard sostuvo que México es el principal aliado de Estados Unidos; los representantes del gobierno estadounidense le respondieron con un rotundo y sonoro ‘NO’. Y es que, mientras López Obrador dice que en México no se produce el fentanillo, la DEA ya infiltró al Cártel de Sinaloa obteniendo acceso a los laboratorios subterráneos donde en nuestro país se fabrica el estupefaciente, así como las rutas por donde lo llevan a los Estados Unidos.

La 4T dice que ha funcionado su estrategia de seguridad. La DEA muestra, en cambio, que si bien desde el 2014 se produce ilegalmente fentanillo en México, es a partir de 2021 que se involucraron tanto el Cártel de Sinaloa como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y que la producción y violencia aumentaron exponencialmente.

La información fue dada a conocer por el zar antidrogas de Estados Unidos, Rahul Gupta; antes de él, el secretario de Estado Anthony Blinken y el secretario de seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ya habían señalado que dicha droga se produce en México. En todas las ocasiones, el gobierno obradorista afirmó lo contrario.

En otras palabras, López Obrador niega la fabricación de fentanillo en nuestro país, pero Estados Unidos lo desmiente con inteligencia y con el descubrimiento que hizo el propio ejército mexicano de un laboratorio ilegal en territorio mexicano donde se producía…

Así, en México se ofrecen ‘abrazos y no balazos’ a los miembros del crimen organizado; pero ellos, los norteamericanos, incrementaron la recompensa por la captura de algunos de los hijos del Chapo Guzmán conocidos como los Chapitos”. Esta pasó de 5 millones a 10 millones de dólares por la captura de cada uno de los hermanos Guzmán Salazar; Iván Archivaldo y Jesús Alfredo. Para otras 27 personas, las recompensas dependen de su participación en el tráfico de fentanillo a los Estados Unidos. Van del millón a los cuatro millones de dólares por cada delincuente. Por Ovidio Guzmán López no habría pago, evidentemente, pero si la insistencia al gobierno mexicano para la extradición del sujeto en cuestión.

Hay otros hijos de El Chapo “en el imperio de la droga” (dicho por el fiscal estadounidense), pero en esta ocasión su gobierno no los mencionó.

Total, que Estados Unidos dio un duro golpe diplomático a la retórica de López Obrador, de Marcelo Ebrard, pero también de “la súper estrella” del gabinete, Rosa Icela Rodríguez. Si algo quedó claro es que el principal aliado de Estados Unidos NO es el gobierno de México.

Y al respecto no deja de ser importante subrayar que en la última filtración de su Departamento de Defensa (un tipo Guacamaya Leaks, pero interno), señala las desavenencias entre la Secretaría de Marina y de la Defensa en México. No habría que perder esto de vista.

En fin, que a como dé lugar los estadounidenses pararán la sangría de vidas que le significa el fentanillo (cada cinco minutos muere una persona en Estados Unidos por una sobredosis de drogas y envenenamiento). De ahí que sus avisos al gobierno mexicano se tornan ahora en hechos con las ordenes de aprehensión giradas y las recompensas ofrecidas por los hijos y cómplices de El Chapo Guzmán.

Los desmentidos, las formas y fondo de lo que está pasando en Estados Unidos, muestran que el gobierno de Biden no solo ha endurecido su discurso, sino que llevará a cabo acciones más fuertes en contra del tráfico y creación de drogas sintéticas (de ahí el aviso de que se investigaba por lavado de dinero del crimen organizado al Banco del Bienestar).

Y la actitud de los estadounidenses ante los dichos —pero pocos hechos— del gobierno mexicano indica que no consideran al gobierno de nuestro país como un cuerpo serio y comprometido (a menos que por comprometido entendamos la acepción que se le da a la palabra en inglés ‘compromised’: infiltrada; infiltrado el gobierno de México por el narcotráfico, en este caso…).

La delegación mexicana que asistió a la reunión binacional y luego trinacional (con Canadá) para realizar una estrategia conjunta en el combate al narcotráfico fueron: Rosa Icela Rodríguez; Marcelo Ebrard, Luis Crescencio Sandoval, Rafael Ojeda, Esteban Moctezuma Barragán, Jorge Alcocer y, ¡oh sorpresa!, Alejandro Gertz Manero (el fiscal general de la República no se presentó en Chihuahua después de la masacre/tragedia de Ciudad Juárez, pero sí se dignó a ir a Washington DC…). Pero luego, inmediatamente después de la reunión y sin la compañía de las autoridades mexicanas es que vino el anuncio por parte de la DEA… Y este da claridad a muchas cosas, entre ellas:

  • Que el gobierno estadounidense ya aprendió a ofrecer información de lo que está ocurriendo antes de que en la mañanera AMLO diga que “todo fue un éxito y logramos la paz mundial”(dixit Rosa Icela).
  • Que Marcelo no puede afirmar que es un triunfo el que, en la frontera de México-Estados Unidos, de nuestro lado se incauten 20 armas al día por una incautada en Estados Unidos. O que la delegación mexicana ya “identificó” con éxito qué acciones adicionales pueden realizar los dos países para reducir el tráfico de opioide sintético y armas de fuego…
  • Que el gobierno de Estados Unidos desconfía de las fuerzas armadas de nuestro país (de sus cabezas, ciertamente); y más de la Sedena.
  • Que hay crueldades atroces realizadas por los sicarios del Cártel de Sinaloa, como es alimentar a los tigres de “los Chapitos” con personas vivas o probar la potencia de su fentanillo en personas hasta matarlas.
  • Que Ebrard y Rodríguez se equivocarán si buscan usar la mencionada reunión en la capital estadounidense para impulsar sus candidaturas a la presidencia y la jefatura de gobierno de la CDMX.

Todo ahora es evidente; es absolutamente claro. Los vicios quedaron expuestos. El gobierno de Estados Unidos ha sacado nuestros trapitos al sol.