Luego del clima sofocante que ha provocado el proceso de campañas en algunas entidades, sería muy bueno que tanto el árbitro electoral como la autoridad local de Tamaulipas, garantizarán una elección en la que reine la tranquilidad y las condiciones para que la voluntad del pueblo prevalezca ante cualquier hostilidad.

Y es que está semana tuvo lugar el propio Senado de la República que respaldó la candidatura de Américo Villarreal, sobre todo la fracción de Morena y sus aliados. A pesar de que el ambiente desató críticas, el desarrollo prevaleció en un marco de legalidad ya que -nos cuentan- se tomaron las precauciones de no caer en actos de campaña. Por ello, se preservó la normativa interna, sin embargo, se dio apertura a la pluralidad que jamás ha faltado, incluso, con líderes de distintas expresiones.

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Y hubo mucha razón y lógica en invitar a Américo Villarreal porque el tema de Tamaulipas es inquietante. Se habló mucho de ello, no obstante, el espacio plural de la Cámara Alta ha dado apertura a gobernadores, diputados, científicos, investigadores y población en general; incluso, recuerdo el controvertido ultraderechista líder del partido español VOX, Santiago Abascal Conde, que acudió para expresar sus inquietudes.

A raíz de ello, han surgido mensajes de preocupación por el clima de encono que hay en el territorio fronterizo y que apunta a las autoridades locales de aquella entidad. Esas voces surgen en un momento clave donde, la alternancia, es inminente. Por ello, hay que tomar muy en cuenta las señales que el propio árbitro electoral emita; será de mucha ayuda- ya que están obligados a salvaguardar el ambiente de tranquilidad.

Pero ese ambiente lo deben de privilegiar las autoridades locales de Tamaulipas para que permita que la transición política de ese estado se realice en paz. Es un hecho que habrá alternancia; las encuestas son muy claras y es casi imposible que el panorama se revierta a estas alturas en el que falta poco más de una semana para la elección. Hay una lógica.

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Por eso, una tregua o una mesa de diálogo entre los actores principales de aquella entidad es lo ideal para que se garantice la paz, incluso después de la elección, ya que sería una herramienta sensata en la que se establezcan instrumentos de una transición ordenada y adecuada.

Dadas esas circunstancias, tienen en sus manos la posibilidad de que el ejercicio electoral sea limpio y transparente. Lo importante de ello es que, hoy por hoy, decida el pueblo quién es que debe tomar las decisiones sin influencias ni injerencias para no dividir, pero mucho menos no producir más encono.

Entonces, que se encuentren coincidencias a través del diálogo. Lo más sagrado es salvaguardar la democracia en la toma de decisiones; esa determinación indica que el pueblo ya decidió una alternancia como pasó en 2018 en la que predominó la voluntad popular.

Notas finales

Los que andan de capa caída son los grupos de una minoría disidente de Morena en Michoacán. Y es que el propio árbitro electoral local mencionó que solo hay registro de que la presidenta en funciones, Giulianna Bugarini, es la única abanderada de la expresión guinda al ser nombrada desde la dirigencia nacional que encabeza Mario Delgado. De acuerdo con ello, se rompe cualquier especulación e intención para alimentar el encono.

De esa manera, Giulianna Bugarini ratifica su nombramiento legítimo ante la autoridad electoral. A pesar de que eso sólo comprobó lo que todos ya sabíamos, confirma el propio efecto positivo que ha provocado con los cuadros de Morena en Michoacán. Soló hace falta echar un vistazo a las reuniones y encuentros para darnos cuenta que, la presidente legítima de Morena en el territorio Purépecha, tiene el respaldo de los militantes de la estructura.

Y para que les quedé claro a los grupos disidentes, el IEEM aclaró cualquier especulación ya que sólo existe el registro de Giulianna Bugarini en aquella entidad como abanderada legítima.

Más claro, ni el agua.