Ustedes dirán o pensarán: ¿Qué tiene que ver La Casa de los Famosos con la vida política de este país? Bueno, pues creo que este reality nos ha venido a enseñar a muchos, que la gente es muy observadora, mucho más que antes, y que encumbra o hunde a los participantes que son buenos o que son malos y no perdonan así como así.
Además de ser excelentes observadores, son implacables: Si alguno de los participantes hizo bullying contra otra persona, o fue agresivo o agresiva, o deshonesto, la gente se dedica a fondo para hacérselo saber como en el caso de Mariana Echeverría, que salió con muy mala imagen y la gente la linchó mediáticamente sin que sea muy probable que vaya a tener un espacio laboral fácilmente. La gente no la aprobó. Y esa prueba es la más dura de pasar: O te ganas el cariño y la aceptación de la gente o te ganas el repudio y el rechazo también.
Y así, por el contrario, protegen, respaldan y apoyan a aquel concursante que les ha venido a tocar su corazón; que ha tenido muestras de bondad y rectitud.
La continuidad del obradorismo a cargo de la futura presidenta Claudia Sheinbaum también será muy vigilada por todos nosotros. Observaremos su forma en que gobierne a este país. Sabremos de sus triunfos y fracasos y dependerá de cómo se desenvuelva para poderla apoyar o señalar por sus equivocaciones.
El nuevo gabinete de la futura presidenta está del mismo modo a la vista de todos. Las redes sociales fungen y fungirán como el mayor ojo observador porque ahí es donde se viralizan los errores y deshonestidades, pero también los aciertos de cada integrante de el gabinete.
Creo es justo que reconozcamos lo que se hará bien en este nuevo sexenio. Aunque a muchas personas de la oposición les resulte muy difícil poder reconocer en Morena lo que esté bien hecho, se tendrá que reestructurar una fuerza opositora pensante, inteligente y humilde para reconocer cuando el otro hace las cosas bien.
Por eso es que desde ahora y para que nadie de los integrantes del team Claudia Sheinbaum sea “nominado,” tendrán que comportarse a la altura, honestos, confiables... transparentes. A esos la gente cuidará y apoyará siempre.
Pero insisto, deberán de tener cuidado de que no se les note la voracidad que muy seguramente uno que otro tendrá por tener el poder.
Deberán de ser funcionarios públicos abiertos a la crítica y a las audiencias. Transparentes y ecuánimes.
El nombramiento de Citlalli Hernández como titular de la Secretaría de la Mujer es un puesto que debe de ser muy hermoso: Trabajar para que otras mujeres estén bien. Lástima porque en mi caso la nueva y flamante secretaria de la Mujer me tiene bloqueada tan solo por hacerle ver que era importante su asistencia todos los días al recinto legislativo. Y no, no estoy cometiendo “violencia en razón de género”, porque entonces también Citlalli estaría cometiendo la misma violencia al bloquearme.
Estoy hablando de que un funcionario público y se sabe, no debe de bloquear a los ciudadanos... Eso del bloqueo me da desconfianza.
Ahí tenemos a un Zoé Robledo que ha aguantado los señalamientos negativos hacia su cargo y su persona, y sin embargo jamás ha bloqueado a nadie.
O un Marcelo Ebrard no bloquea en X, y se da a la tarea de leer y de dejar de leer lo que él quiera y decida.
Bueno, el punto es que los nuevos integrantes del gabinete del gobierno federal o de la jefa de gobierno de la CDMX, tendrán que cambiar radicalmente su rechazo y repudio a todo lo que no tenga que ver con Morena.
Nos deberán demostrar que está bien estar donde están, que sí se lo merecían.
Entonces eso también por parte de millones será observado y sometido al escrutinio público.
De lo contrario todas las acciones deleznables que sean capaces de hacer los políticos de este sexenio serán puestas en la mesa y ahí es cuando sus carreras incluso se pueden venir abajo. Ojo: vuelvo a recordarles el caso de la participante expulsada de La Casa de los Famosos, Mariana Echeverría.
Y es que, en otras épocas, no existían las redes sociales, así que les era muy fácil a los políticos de entonces hacer sus triquiñuelas sin que nadie se diera cuenta, así en lo oscurito.
Este nuevo sexenio viene con un ojo estilo “Big Brother” llamado X, donde ellos serán observados y juzgados, porque además de que sea tiempo de las mujeres con el triunfo de Claudia Sheinbaum es también tiempo de los ciudadanos mexicanos.
De eso no se deben de olvidar los recién desempacados secretarios y secretarías de este nuevo gabinete presidencial. En ellos está esmerarse en dar un buen ejemplo y convencernos de su talante y de sus capacidades o no.
Trabajo arduo para ellos. Ahora sí los pondremos a trabajar.
Es cuanto.