LA POLÍTICA ES DE BRONCE

La historia es así: el INE decidió realizar algunos spots para agradecer a los ciudadanos que participaron en la elección del pasado 1 de junio. Al área o empresa contratada para elaborar estos contenidos se le hizo fácil utilizar inteligencia artificial para imitar la voz del locutor y actor de doblaje José Lavat, uno de los referentes del doblaje en México, fallecido en 2018.

La reacción de locutores y actores de doblaje no se hizo esperar. El fin de semana hubo una manifestación en el Monumento a la Revolución. El tema llegó incluso a la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien dio instrucciones para que representantes de este gremio se reunieran con su consejera jurídica, Ernestina Godoy, con el propósito de generar una reforma que garantice los derechos sobre la voz y su uso.

El INE reconoció que utilizó inteligencia artificial en la producción de esos contenidos, pero no se disculpó ni ha retirado los promocionales.

Este desafortunado episodio, protagonizado por el INE, y la rápida respuesta de la comunidad de locutores y actores de doblaje, sirvió para colocar en el debate público uno de los temas más sensibles para el gremio y más ignorados por las autoridades: la protección de la voz frente a los avances de la inteligencia artificial.

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También dejó al descubierto que los locutores y actores de doblaje —años atrás reconocidos a nivel internacional por su calidad— son hoy quienes perciben los ingresos más bajos dentro de la industria del cine, la televisión y, ahora, de las redes sociales. Además, se trata de uno de los gremios más vulnerables al robo de identidad vocal o al uso no autorizado de su voz.

Este tema debe culminar en una reforma legal que establezca con claridad, que la voz es un dato biométrico y que está sujeta a derechos de autor. Sin embargo, se trata de un asunto complejo, ya que cualquier voz registrada en formato magnético o digital puede ser utilizada por programas de inteligencia artificial con fines comerciales.

Tampoco se trata de regular el contenido de los memes y que éstos puedan ser sujeto de una demanda. Se trata de buscar el justo equilibrio entre el derecho a la propiedad de la voz y la libertad de expresión en las redes sociales y otros medios de difusión. Por ello, es indispensable que las y los legisladores actúen con sensibilidad, responsabilidad y precisión, escuchando a fondo las legítimas demandas de locutores y actores de doblaje.

Por lo pronto, el INE debería ofrecer una disculpa pública y retirar de inmediato los spots. El gobierno federal y los gobiernos estatales, si realmente desean apoyar a este gremio, deben establecer que los contenidos que elabore o mande elaborar sean realizados por trabajo humano, no por inteligencia artificial. Asimismo, deben exigir que en todo contenido audiovisual se indique con claridad qué parte ha sido generada o modificada mediante inteligencia artificial.

Eso pienso yo. ¿Usted qué opina? La política es de bronce.