Con el dictamen contra Generado García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México en el Gobierno de Felipe Calderón, la narrativa de una supuesta guerra contra las drogas se vino abajo y terminó de salpicar con sangre al PAN. Una guerra que, si bien fue simulada, dejó un reguero de sangre, familias rotas y en la que el mexicano común fue reducido a un simple daño colateral si era alcanzado por alguna bala.

Después del veredicto, en redes sociales se han impulsado hashtags como #CalderónSiguesTú, pero hubo un tiempo en el que Felipe Calderón tuvo mucha influencia sobre Baja California Sur para robarle al PRD-PT uno de sus únicos bastiones en 2011. Cómo olvidar como con un experredista al frente que derrotó a Narciso Agúndez Montaño (2006-2011).

Poco sirvió que Agúndez Montaño jugara del lado de Felipe Calderón y le diera la espalda a Andrés Manuel López Obrador al ser el primer gobernador en reconocer la elección de 2006. Aunque 2017, exmandatario estatal dijo que apoyó la resistencia civil encabezada por AMLO en Zócalo de la CDMX con la que señalaba un fraude en la elección de 2006.

Todo parecía miel sobre hojuelas hasta que los operativos y ejecuciones comenzaron durante el último periodo de la gubernatura de Narciso. Las grandes capturas daban justo en la calma paceña y eran utilizadas para mediáticamente para desestabilizar al mandatario estatal.

El calderonismo aprovechó las tensas relaciones previas a la selección de candidato a la gubernatura en el perredismo sudcaliforniano, donde presuntamente Narciso intentaba imponer funcionarios a quien a todas luces sería su relevo. Su hasta entonces amigo Marcos Covarrubias Villaseñor. En un último encontronazo el pacto azul estaba dado.

Así inició la década del panismo en BCS. Aunque gobernó por cuatro años, una cosa caracterizó a la administración de Covarrubias Villaseñor: la violencia desatada desde entonces. Comenzó hacerse una costumbre las narcomantas, las ejecuciones y, durante el periodo de Carlos Mendoza Davis, las desapariciones. Agúndez Montaño terminó en un proceso legal iniciado por los neopanistas del que después de unos años consiguió librarse de los juzgados y salir libre de los cargos que le imputaban.

El amigo Felipe hoy está en el ojo público de nuevo. En un nuevo reacomodo, Narciso Agúndez pudo redimirse con López Obrador gracias a la influencia del gobernador Víctor Castro Cosío, y poco le interesó lanzar un mensaje de apoyo por Calderón. ¿Y Marcos Covarrubias? Hasta el momento no ha lanzado un mensaje de apoyo contra el expresidente exiliado y quien insiste que él sí combatió al crimen organizado.