TENGO OTROS DATOS

La iniciativa que envió hace unos días el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al Congreso para reformar la legislación en materia eléctrica ha sido duramente criticada por varios analistas, políticos de oposición además de grupos empresariales y otros sectores de la población, ya que ven en estás modificaciones a Ley en la materia que existe un atentado contra la participación de la inversión privada y la libre competencia, con el riesgo de que las tarifas eléctricas para el consumidor aumenten y que la generación de energía se base en combustibles fósiles lo que incrementaría la contaminación.

La acusación de que los cambios a la legislación eléctrica propuestos por el Gobierno de la Cuarta Transformación (4T) promueven el uso de fuentes sucias y costosas para la generación de electricidad no es tan cierta, ya que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la mayor productora de energías renovables, principalmente a través de sus 86 plantas hidroeléctricas. Las plantas hidroeléctricas aprovechan la caída de agua y la transforman en electricidad. La energía obtenida mediante ese proceso es limpia y libre de carbono además barata.

Las energías limpias (excluyendo a las hidroeléctricas, en poder de la CFE) generan menos de 15% de electricidad en el país. Existe otro problema: la energía que producen las plantas eólicas y fotovoltaicas y que se transfieren a la red de la CFE para su distribución no es continua; por lo que el suministro permanente depende de las fuentes de ciclo combinado, carbón, combustóleo e hidroeléctricas. Esto es, México –como todos los países del mundo – no puede operar en 100% con energías limpias.

En la actualidad de los aproximadamente 80 mil MW de capacidad que tiene el Sistema Eléctrico Nacional, alrededor de 50 mil MW corresponden a plantas que producen todo el día (de base) y unos 30 mil MW corresponden a plantas que no producen todo el día (intermitentes).

Capacidad Instalada por Tipo de Tecnología

No se podría avanzar en la autosuficiencia de la energía eléctrica sin tomar en cuenta el contexto internacional. El gobierno de la 4T se ha comprometido a respetar el Acuerdo de París que implica que el país debe cumplir metas específicas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). México se comprometió a que 35% de la energía generada para 2024 y 43% para 2030, sería limpia. Dichos objetivos y otros, como reducir en 25 por ciento los GEI de vida corta y en 51 por ciento las emisiones de carbono negro requieren incentivos.

Para dar cumplimiento a este acuerdo internacional y además generar electricidad suficiente, el gobierno encontró que la alternativa más viable es la del uso pleno de la capacidad instalada de las hidroeléctricas.

En el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2019 – 2033, se plantea reincorporar en el periodo 2021- 2025 alrededor de 471 megawatts de capacidad hidroeléctrica; mediante la rehabilitación y modernización de algunas centrales en operación, así como con el equipamiento de otras instalaciones hidráulicas existentes.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) anunció el pasado mes de julio que invertirá mil millones de dólares para renovar 14 centrales hidroeléctricas del país.

La hoy empresa productiva del Estado señaló que la modernización de dichas plantas generadoras se realizará a través de un novedoso mecanismo financiero que permitirá a la paraestatal acceder a financiamiento a tasas preferenciales.

La meta de la actual administración federal es incrementar la generación anual en mil 860 gigavatios-hora (GWh). El plan es que estas plantas hidroeléctricas estén listas en el primer trimestre de 2024.

La generación de energía adicional derivada de la modernización de estás hidroeléctricas equivale a 6 parques eólicos u ocho parques fotovoltaicos de 100 MW.

La estrategia del Gobierno de la Cuarta Transformación está funcionando ya que, al 7 de junio de este año, las hidroeléctricas de la CFE que producen energía limpia alcanzaron una generación de 10 mil 842 giga watts-hora, 57.7% más que a la misma fecha del 2020, esto con información del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).

Las hidroeléctricas no son la única alternativa que tiene la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para la generación de electricidad limpia ya que este gobierno está invirtiendo en energía solar.

El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, prometió como candidato impulsar en su estado la generación de electricidad a través de plantas solares, pero no se firmarían contratos leoninos con empresas privadas como se hacía en pasadas administraciones. El mandatario sonorense ratificó no estar en contra de las energías limpias, pero si está en desacuerdo con el abuso de las generadoras privadas y por ello creará una empresa estatal para la producción de electricidad y se cuenta con el recurso del sol que en esa región del país es uno de los mayores en intensidad de todo el mundo.

El mandatario del estado norteño informó el pasado mes de julio una inversión de mil 685 millones de dólares se construirá una planta de energía solar en Puerto Peñasco, la cual dará servicio a cuatro millones de habitantes de ese estado, así como a los de Baja California.

De acuerdo con Durazo, la planta de generación de energía se convertiría en la octava más grande del mundo y empezaría a funcionar al 100% en diciembre de 2023, con una capacidad de mil mega watts, lo que beneficiará a más de cuatro millones de habitantes de Sonora y Baja California.

La narrativa de la oposición de que el gobierno de AMLO está en contra de la inversión privada y de las energías limpias de bajo costo, no es tan cierta ya que la 4T esta invirtiendo en la generación de energías limpias y la modificación a la Ley no restriegue la entrada a la inversión privada en el sector eléctrico, pero si la regula.

Eduardo Esquivel Ancona I Twitter: @esquivelancona_