En la red social de Twitter se desató el “trend” -o “tendencia” en buen castellano- #DirectorDelAIFA. Se trató de una tendencia con la intención de manchar al General Isidro Pastor, Director del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

El tema no es nuevo, hace una semana intentaron subirlo a la palestra de las redes sociales, pero fracasaron. El medio utilizado fue una revista digital “independiente”, que lleva por nombre Froji MX. La nota fue publicada el 4 de abril y llevó por título “Las propiedades de lujo y de contado del Director del AIFA”; lo firma Rodrigo Gutiérrez, como un ejercicio de periodismo “de investigación”.

Y es real, la publicación de la nota pasó sin pena ni gloria; pero unos días después el medio “Eje Central” retomó la “investigación periodística” y el 13 de abril publicó una nota titulada “Director del AIFA, con autos de lujo e inmuebles pagados del contado”. No perdamos de vista que Eje Central es dirigido por Raymundo Riva Palacio. La maniobra se antoja burda y pueril. Yo no sé si tenemos que agregar un renglón al refrán, para decir: “en la guerra, el amor, y la cacería de views todo se vale”. En este caso, la intención de golpear al Gobierno de la 4T, utilizando al General Brigadier Isidro Pastor Román, es palmaria.

Y debo decirlo, la nota publicada en el medio de Riva Palacio es una copia tosca de la publicada en Froji MX. Dejaré en el tintero lo que me nace decir de que Rivapalacio, un periodista que, según el periódico El Financiero, “busca decodificar la toma de decisiones en la política mexicana y exponer las tensiones del sistema en el que operan”, para alimentar el contenido de su medio, tenga que recurrir a lo que dice “un escritor entre sueños que cuando no tiene nada que escribir es Batman y un baterista de garage”, según la página web de la revista digital.

El punto en que sí me centraré, es en la manipulación de la información que ambas publicaciones comparten. Corrijo, Froji MX publica, y Eje Central “solamente” retoma. Es obvia la intención de posicionar el tema como tendencia de las redes sociales, y redactada de manera que provoque reacciones que, en la sociedad mexicana, siempre van cargadas de inconmensurable racismo y clasismo. Los comentarios no dudan en tachar al General Brigadier de “nuevo rico”, “naco” y “corrupto”, entre otros lindos adjetivos calificativos.

La nota, que desglosa los “autos de lujos” y propiedades pagadas “de contado”, nos informa que el General Brigadier en retiro, Isidro Pastor Román, cuenta con tres vehículos: una camioneta Nissan X-Trail modelo 2019 (¿eso es “lujo”? no pos guau, me voy enterando). Narran que en 2020 también adquirió un automóvil Cadillac modelo CTS, pero del año 2018. Sabemos que los automóviles se deprecian nomás al salir de la agencia, así que no veo cuál es el lujo de que el General haya adquirido un vehículo “usado”. Por último, se hizo de un vehículo Mercedes Benz, modelo 2021.

Resaltemos, el General Brigadier en retiro recibe su pensión, no sólo porque sirvió al Ejército Mexicano, sino también porque fue docente del Instituto Politécnico Nacional y de la Universidad Nacional Autónoma de México. Además, no tuvo empacho en declarar que cuenta con otro tipo de ingresos del sector privado, así como de un portafolio de inversiones.

Pasemos a las “propiedades”. En el año de 1992, adquirió por poco más de 60 mil pesos, una casa con 200 metros de construcción, en un terreno de 470 metros cuadrados; la “investigación” por supuesto omite decir en qué lugar está ubicada la “suntuosa propiedad”. Seamos honestos, cualquier colonia clasemediera tiene casas con dichas dimensiones, en terrenos similares. Quiero citar un ejemplo; los terrenos en las Lomas de Chapultepec son de por lo menos 600 metros cuadrados, lo mismo en Jardines del Pedregal.

La siguiente propiedad “encontrada” por Batman, digo, por el periodista de investigación, fue la adquirida en el año de 2017: un terreno de 345 metros cuadrados, sobre el que está construida una casa de 240 metros cuadrados, según la nota original, porque en la publicada por “Eje Central” dice que la casa es de 24 metros cuadrados; en internet hay “mini casas”, y son de 30 metros cuadrados. Según los datos exhibidos, costó casi 4 millones de pesos, es decir, el costo promedio de una propiedad en colonias como Portales, Avante, Narvarte, Álamos.

Finalmente, el revelador reportaje del baterista de garage nos arroja que en el año 2018, el actual Director del AIFA compró una casa -sin especificar cuanto mide de construcción- en un terreno de 285 metros cuadrados, por que pagó más de medio millón de pesos… por lo que infiero que no se encuentra dentro de la CDMX, sino en provincia, donde las propiedades son mucho más baratas.

Observemos, ninguna de las tres casas puede ser catalogada como propiedad de “lujo”. Es evidente que como General Brigadier, bien pudo costearse estos bienes inmobiliarios, así como los tres automóviles que son totalmente “normales” en el mercado. ¿O acaso escucharon marcas como Ferrari, Lamborghini, Bugatti, Rolls Royce, Aston Martin, Pagani, Bentley?

Lo digo desde el fondo de mi corazón: me enfada que los medios de comunicación, desde su tribuna, alienten un ataque contra el Director del AIFA. Detesto que en las redes se le ataque más por su color de piel y rasgos fisonómicos. Estoy segura de que si tuviera otro fenotipo, las críticas en su contra no serían del calado que se pueden leer en diferentes posts.

Voy a decirlo, soy nieta de un General Brigadier, que al igual que el Director del AIFA, formó parte del Estado Mayor Presidencial. A él y a los de su rango, en el argot militar los tachan de ser “militares de terciopelo”, y es que son la crema y nata dentro de la estructura del Ejército. No por casualidad, ni por derecho hereditario. Cada lugar en ese escalafón se gana por méritos, estudio y disciplina.

Intentar siquiera señalar que las propiedades del General Brigadier son parte de un acto de corrupción, es por demás equívoco y francamente deleznable. Hace patente la ignorancia que encierran ambas publicaciones sobre las reglas que el mundo marcial en este país observa desde hace siglos, literalmente. Lo conozco de primera mano por mi abuelo, pero no es este el espacio para hablar de él.

Que estas palabras sean fiel testigo de mis respetos al General Brigadier en retiro Isidro Pastor Román, quien tiene que sortear comentarios llenos de racismo y clasismo. Disiento totalmente de ese lenguaje subyacente que reza que solo la gente blanca es digna de tener propiedades, casas y automóviles. Basta de seguir perpetuando estereotipos de género y de fenotipos que no ayudan en lo absoluto.