El lema “Primero los pobres” no fue solo un slogan vacío de campaña. Es un compromiso cumplido con el pueblo de México, hoy se demuestra con datos duros que es una estrategia clave para el futuro de México.

La reducción de la pobreza en México a través de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2024.

En el contexto actual, los logros en la reducción de la pobreza en México son notables, según refleja la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares correspondiente al 2024. Durante este periodo, se ha reportado una disminución de 10,1 millones de personas que viven con ingresos por debajo de la línea de pobreza, alcanzando un total de 46 millones de mexicanos, lo que representa el 35,4 % de la población.

Desde el inicio del movimiento de regeneración nacional, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha promovido una serie de políticas públicas orientadas a transformar la realidad social y económica del país. Estos esfuerzos han sido continuamente respaldados por cifras concretas que muestran un descenso en la pobreza multidimensional, que no solo abarca la falta de ingreso, sino también el acceso a servicios básicos, educación y salud.

Entre los datos recopilados, se destaca que la pobreza moderada se ha reducido de 43,2 millones de personas en 2018 a aproximadamente 31,5 millones en 2024. Asimismo, la pobreza extrema ha disminuido de 8,7 millones a 7 millones, evidenciando el impacto positivo de las políticas federales. Estos logros, que algunos críticos pueden intentar minimizar, reflejan un proceso de transformación que busca cerrar las brechas de desigualdad y promover la movilidad social.

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Un aspecto crucial de esta transformación ha sido la implementación de programas sociales que brindan herramientas a las poblaciones más vulnerables. Este enfoque no solo garantiza ingresos mínimos, sino que también fomenta el acceso a la educación y servicios de salud, resultando en un fortalecimiento de la estructura social en su conjunto.

Así, la presidenta Claudia Sheinbaum continúa el legado del actual gobierno, trabajando para mantener el rumbo de estas políticas y asegurando que los avances en la reducción de la pobreza se mantengan y se profundicen. La evidencia, respaldada por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, testifica que este movimiento ha hecho lo impensable al abordar la desigualdad de maneras nunca antes vistas en la época moderna.

Los datos sobre los gastos de los hogares también revelan cambios significativos: mientras que los hogares de menor ingreso destinan una gran parte de su presupuesto a la compra de alimentos y bebidas, aquellos en los deciles más altos muestran un patrón de gasto diferente, lo que pone de manifiesto las disparidades existentes en la economía.

En resumen, a través de un enfoque integral y coordinado, México ha dado pasos firmes hacia la disminución de la pobreza. A pesar de los desafíos y las críticas, el progreso logrado es un testimonio del compromiso con la equidad y la justicia social que ha guiado las políticas de este gobierno en los últimos años.

Para continuar abordando la reducción de la pobreza en México de manera efectiva, es esencial proponer acciones concretas y contundentes que enfrenten los retos que aún persisten. A continuación, se sugieren algunas estrategias que podrían complementar los logros alcanzados hasta ahora:

1. Fortalecimiento de Programas Sociales: Aumentar el financiamiento y la cobertura de los programas sociales existentes, asegurando que lleguen a las comunidades más vulnerables y se adapten a las necesidades específicas de cada región.

2. Educación y Capacitación: Implementar programas de educación y formación laboral que se enfoquen en habilidades que demanda el mercado, lo que puede aumentar la empleabilidad y, por ende, los ingresos de las personas en situación de pobreza.

3. Acceso a la Salud: Aumentar la inversión en servicios de salud pública y laboratorios mexicanos de producción de medicamentos, para garantizar que todas las personas, especialmente las más necesitadas, tengan acceso a cuidados médicos básicos, reduciendo así gastos que pueden llevar a la pobreza por enfermedades.

4. Apoyo a Pequeños Productores: Fomentar el desarrollo de pequeños y medianos negocios mediante subsidios, créditos accesibles y capacitación empresarial, lo que contribuiría a mejorar el ingrese de estas familias y fomentar la economía local.

Ya que el verdadero empoderamiento del pueblo, empieza por la democratización al acceso al dinero barato, y una educación financiera para generar sistemas comunales de interacción financiera, encaminado a generar ecosistemas de creación de riqueza.

5. Mejorar la Infraestructura: Invertir en infraestructura básica en comunidades marginadas; esto incluye agua potable, electricidad sostenible y barata, transporte y vivienda digna, que son fundamentales para mejorar la calidad de vida.

6. Políticas de Inclusión: Crear políticas que aseguren la inclusión plena de grupos históricamente marginados, como indígenas y mujeres, en todos los programas y políticas públicas, asegurando que se reduzcan las desigualdades.

7. Conciencia y Educación Cívica: Fomentar una mayor educación cívica entre la población para empoderarlos en su participación política y social, ayudando a abordar la corrupción y mejorar la rendición de cuentas en el uso de recursos.

8. Monitoreo y Evaluación de Políticas: Establecer un sistema robusto de monitoreo y evaluación de las políticas implementadas, para asegurar que estas sean efectivas y se ajusten según los resultados observados en la población.

9. Colaboración con el Sector Privado: Establecer alianzas con empresas privadas para desarrollar programas de responsabilidad social que contribuyan a la reducción de la pobreza, promoviendo el compromiso empresarial en la mejora de las condiciones sociales.

10. Incentivos para Inversión Social: Crear incentivos fiscales para las empresas que inviertan en proyectos sociales o en comunidades desfavorecidas, lo que puede generar un impacto positivo en la reducción de la pobreza.

La posibilidad de seguir avanzando en la reducción de la pobreza de manera tangible radica en el compromiso continuo de los gobiernos de Morena de poner en primer lugar a la población. Al trabajar desde un enfoque humanista y cercano a las necesidades del pueblo, se podrá continuar construyendo un México más justo y equitativo.

La relación entre la ciudadanía y sus gobernantes es clave; por ello, es fundamental seguir fortaleciendo la confianza y el respaldo popular que han caracterizado a esta administración, reflejando un genuino interés por la justicia social y el bienestar de todos los mexicanos.

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