En el Hotel Grand Hyatt, de la hermosa ciudad de Bogotá, Colombia, durante los días 25 y 26 de este mes, se llevó a cabo la conferencia de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).

Fueron dos días dedicados a analizar, y dar a conocer, el estado que guarda la industria aeronáutica en la región de América Latina y el Caribe. En términos generales abordaron temas como combustibles sostenibles y la distribución de este, igual que asuntos de tecnología e innovación dentro de la industria aeronáutica, la seguridad aérea, viajes y turismo, inclusión, etc…

A la región la integramos 33 países, y el año se pasado transportó a 481 millones de pasajeros, lo que significó un crecimiento del 7.8%. Se dieron a conocer datos para tomarse en cuenta, y muy en serio. ¿Saben cuánta gente trabaja dentro de la industria aérea en América Latina y el Caribe? 8.3 millones de empleos, lo que significa que en nuestra región la aviación representa 240 mil millones de dólares del Producto Interno Bruto.

Son varios los desafíos a los que se enfrenta la región, según los datos presentados por la IATA, por ejemplo el costo del boleto; 40% de este son impuestos, a diferencia de lo que sucede a nivel mundial, donde solamente el 27% del costo es la carga impositiva.

Se suele tener la idea que las aerolíneas ganan “muchísimo”, pero la verdad no es así. El promedio de ganancia por pasajero (en 2025) es de 7.20 dólares, pero es un dato que cambia dependiendo de cada región.

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Las ganancias por pasajero en la región de África son de 1.3 dólares; en la región de Asia-Pacífico la ganancia es de 2.6 dólares; en la región de Europa es de 8.9 dólares; en Medio Oriente la ganancia por pasajero es de 27.2 dólares; en la región de Norteamérica es de 11.1 dólares; y por fin, nuestra región de América Latina y el Caribe es de 3.4 dólares por pasajero.

Lo que le preocupa a la IATA son los siguientes puntos: inestabilidad política y económica de la región, guerra comercial y la amenaza arancelaria. Por ejemplo, se abordaron los casos de Perú, respeto a restringir la libertad de las líneas aéreas; también se vio el caso del país anfitrión (Colombia) donde se está proponiendo una legislación acerca de la sobreventa de boletos y límites de tarifas.

Esto me recuerda que aquí en México los legisladores de distintos colores, han tratado de “regular” el tema de la sobreventa. Y reconozco que es un tema complicado, porque es difícil de entender que la sobreventa es vital para mantener en funcionamiento la industria aérea, y que es la que hace posible ofertar bajas tarifas.

Lo sé, es terrible, enfadoso y frustrante cuando te toca, pero al igual que en muchos casos relacionados a la aviación, la gente tiene la percepción de que los vuelos se sobrevenden “en exceso”, y que los pasajeros afectados por estas malvadas medidas de las líneas aéreas son un altísimo porcentaje.

No es así; en un vuelo solamente se sobrevende el 5% de los asientos, y se hace de esta manera porque está comprobado estadísticamente que es un número menor al de la gente que de última hora no se presenta al vuelo. Esta sobreventa permite que no se eleven los precios de los boletos, y ya vimos que en nuestra región el 40% del costo no es la tarifa aérea, sino los impuestos que se pagan por diversas cuestiones.

Por tal motivo, uno de los puntos que ha abordado la IATA en esta conferencia es la necesidad de poder bajar la carga tributaria en beneficio de los usuarios del transporte aéreo, para que los costos de viajar no sean tan elevados.

Otro dato importante de esta reunión fue que se dio a conocer el porcentaje de turistas que llegan a la región, y es importante saber que el 58% lo hace por vía aérea, lo que contribuye directamente en 28 millones de empleos relacionados al turismo, esto representan aproximadamente 714 mil millones al Producto Interno Bruto de la región.

Expusieron que se han tenido colaboraciones exitosas con gobiernos, como el de Guatemala, en donde el tráfico de pasajeros ha tenido un aumento del 45%; otro caso es el de Guyana, país que se ha comprometido a hacer de la aviación un pilar para el desarrollo de su país. En Argentina han experimentado un crecimiento interanual del 26% de pasajeros internacionales; ¡claro! derivado de la “polémica” apertura de los cielos. Dejo para otra columna referirme al hecho de que las “ganonas” han sido las líneas extranjeras, y no Aerolíneas Argentinas.

Hay países de la región que están trabajando en optimizar su infraestructura aeroportuaria, es el caso del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, de Lima Perú, o las remodelaciones de los aeropuertos de Buenos Aires, Panamá, Bogotá, Santiago de Chile, sin olvidar el de la remodelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Sin duda, otro tema que no se puede dejar al lado, es el relativo a la famosa meta de llegar al año 2050 con cero emisiones de carbono a la atmósfera, compromiso adquirido desde 2021 por la IATA y sus miembros. No ha sido un camino nada sencillo, pero para este año 2025 la producción de SAF estará alcanzando los 2 millones de toneladas, lo cual representa el 0.7% de las necesidades de demanda de la industria aérea; por eso es de vital importancia seguir empujando y se siga investigando, pero sobre todo que los gobiernos apoyen al desarrollo de este combustible sostenible y amigable con el medio ambiente.

Países como Argentina, Brasil, Colombia y México se encuentran trabajando en la creación de marcos regulatorios para la fabricación de SAF; el resto de países de la región no han comenzado a hacer este importante trabajo, sino que están incrementado los impuestos a la aviación, lo que debilita a el Esquema de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA, por sus siglas en inglés).

¿Qué se requiere para la región de América Latina y el Caribe? Pues de entrada que se produzca más SAF, para ello se requiere de incentivos y el respaldo de los gobiernos, en coordinación estrecha con los distintos actores de la industria aérea.

Adelantando que comparto su optimismo, cierro con palabras que expresó Peter Cerdá, vicepresidente regional de las américas de la IATA:

“Estos desafíos son reales, pero no son insuperables. Con colaboración, inversión y una visión compartida, podemos transformar estos desafíos en oportunidades. Según nuestras proyecciones para el 2025 se espera que el mercado aéreo (medido en RPKs) en la región crezca 5.8% vs 2024. Pero eso es solo el comienzo. Para 2044, se prevé que América Latina y el Caribe mantengan un crecimiento sostenido del 3.2% anual compuesto, o lo que representa un aumento de 218 millones de pasajeros en los próximos 20 años.

Este crecimiento está siendo impulsado por una clase media en ascenso, un aumento del turismo y una integración regional cada vez más fuerte. Y eso se traduce en más empleos, más comercio y más oportunidades para millones de personas. Nuestro objetivo debe ser que todos en esta región puedan viajar al menos una vez al año.”