Les platico:

He dado cuenta en este espacio desde hace cuatro años y medio de los desmanes cometidos por el primer alcalde “independiente” de un municipio que prácticamente se gobierna solo, debido al avance de su población en muchos órdenes de la actividad ciudadana, económica, social, educativa y otros.

San Pedro es sede de empresas que operan en los cinco continentes y sus 126,000 habitantes son de los que más pagan en impuestos a nivel nacional y por ende, saben exigir a sus autoridades, municipales, estatales y federales.

Por eso fue sorpresa nacional que un ex funcionario del gobierno de Jaime Rodríguez haya llegado a la alcaldía de este municipio, abanderado por la misma marca “independiente” del cuestionadísimo por malísimo, “Bronco”.

Gustavo Mario de la Garza Ortega es uno de los miles de sampetrinos que se arrepiente de haber votado por Miguel Treviño de Hoyos, hijo del panista de la vieja guardia, Humberto Treviño Landois.

El allanamiento de que fue objeto este empresario en su vivienda familiar por parte de más de 50 elementos del municipio a bordo de 24 vehículos oficiales, fue noticia que rebasó por mucho las fronteras de México desde el pasado 2 de febrero.

La historia de este acto ilegal aparece en mis publicaciones anteriores.

Las acciones emprendidas por el alcalde se deben a que Gustavo ha dado la cara y puesto el pecho en defensa de los intereses de miles de sampetrinos afectados por los caprichos de Miguel, a saber:

· Una ciclovía para dar cauce a sus afanes bicicleteros, que es un estorbo a la movilidad del municipio.

· Arrasó con el Centro de SPGG, también llamado Casco, con obras que NINGÚN vecino pidió y que lo tienen convertida en zona de guerra, con negocios arruinados al igual que la calidad de vida de cientos de familias que tienen hasta medio siglo y más residiendo ahí.

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· Alude que con eso aumentarán de valor las propiedades de esa zona, pero resulta que muchas familias rentan y con ello, los beneficiaros serán otros.

· A ver cuántos negocios del Casco aguantan hasta diciembre, plazo puesto arbitrariamente por Miguel para terminar las obras.

· Hace lo mismo con el emblemático Centrito, al ordenar otro proyecto sin planeación ni orden, que tienen al borde del colapso a más de 200 negocios que no reciben a clientes ni a proveedores porque las zanjas y el caos se adueñaron de ese sector, al que pomposamente Miguel le llama “Distrito Valle”.

· Desalojó por la fuerza a 67 familias de sus casas en la avenida Vasconcelos y entregó esas propiedades a desarrolladores oportunistas para emprender negocios.

· Autorizó la comercialización y explotación de plazas y parques públicos.

· Para la realización de sus proyectos están cortando árboles maduros que se sostienen solos y siembran árboles jóvenes que necesitan muchísimos cuidados. ¿De dónde van a sacar el agua necesaria para mantenerlos con vida?

· Concede permisos para llenar de oficinas y departamentos las enaguas de la Sierra Madre.

El rosario de sus irregularidades es larguísimo.

Represalia

Y en represalia contra sus críticos visibles, están acciones como las que emprendió en contra de Gustavo, por eso le pedí una entrevista y la reproduzco a continuación. ¡Arre!

· “El alcalde dice que nadie está por encima de la ley. ¿Y la autoridad sí puede pisotearla? Porque lo que hicieron en mi casa fue un abuso de poder.

· Con sopletes violentaron la puerta principal de mi casa y divulgaron la versión de que lo hicieron en el salón, siendo que éste tiene puertas de vidrio y que por cierto, fue clausurado desde septiembre del 2021.

· Tapizaron de mantas de clausura y embargo no solo el salón materia del litigio que está en proceso, sino las bardas exteriores, puertas y portones principales con el evidente propósito de que todo mundo se entere. Esto es arbitrario y me estoy defendiendo con la ley en la mano.

· Casualmente, la barbarie que Miguel comete contra los sampetrinos fortalece mi posición legal. Somos muchos los afectados y cada día se suman más.

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Subordinados lo traicionan

· No creo que Miguel esté tan bruto. Quizá sus subordinados -como Javier de la Fuente, como Benito Juárez Calvillo y otros- lo traicionaron. Les ganó la pasión por una lealtad mal entendida.

· Como empresario, tengo presencia física en más de 100 países y cruzo más de 6,000 municipios sin haber tenido ningún problema. Somos respetuosos por definición y convicción.

· Miguel es el único con el que hemos tenido dificultades. ¿Por qué será?

· Antes de que el asunto de mi salón detonara, fui convocado a una reunión con el alcalde.

· Se efectuó en los mejores términos, pero apenas se involucraron los ayudantes de Miguel, la cosa se enturbió, por eso creo que terminaron traicionando su confianza y debido a ello, mira dónde estamos.

· Los mismos colaboradores están destruyendo la carrera política de Miguel, igual como le ocurrió a Ugo Ruiz. Ambos alcaldes cometieron los mismos errores. Para Ugo fue su tumba política y Miguel anda en las mismas. Será difícil que se reponga. Miles de sampetrinos nos sentimos agraviados por sus desplantes de poder.

· Mi filantropía brota debido a un solo factor: mi edad. En julio próximo cumplo 86 años y quiero dejar un legado. Por eso he becado personalmente a más de 3,000 estudiantes de la UANL, del CONALEP y de otros centros educativos, incluyendo el Seminario de Monterrey.

· A mis becarios les digo: esto que me ocurre no pone en riesgo alguno el apoyo que reciben. Saldré adelante, como siempre lo he hecho y pongo por delante mi afán de seguir contribuyendo al desarrollo de lo más valioso que tiene México: sus jóvenes.

· Formo parte de México Opera Studio, MOS, que desarrolla a jóvenes talentos en el mundo de la ópera y los proyecta a los grandes escenarios.

· Dentro de todo esto se incluye “Rincones de Salzburgo”, que fue albergado por el salón “Las Cuatro Estaciones” que Miguel me clausuró, a pesar de que solo lo he utilizado para invitar a mi amigos a eventos de corte altruista.

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· Nunca se ha cobrado un centavo por entrar y la gente del municipio alega que tiene cupo para 600 personas.

· Esto es falso y el mismo Miguel es testigo de ello, pues ha estado ahí varias veces, una de ellas cuando me pidió ese lugar para reunirse con Salvador Benítez, su contendiente en la segunda campaña por la alcaldía.

· Antes, la directora de cultura de SPGG, Martha Sañudo, me entrevistó en ese mismo lugar para informar a la comunidad la labor ahí realizada en la promoción de eventos culturales GRATUITOS.

· Desde que fueron colocados los sellos de clausura, hace más de año y medio, nunca los he roto y los enviados de Miguel han verificado esto todas las veces que han querido.

· Siempre lo hicieron con respeto y apego a la ley, pero el pasado 2 de este mes entraron como animales rompiendo puertas ilegalmente.

· Con esto, el municipio violó la suspensión definitiva que un juez federal me otorgó.

· ¿Cuál es la autoridad que debe sancionar actos vandálicos como este perpetrado en contra de mi propiedad? ¿La Fiscalía General de Justicia en el Estado? Lo ocurrido es del conocimiento del gobernador Samuel García. ¿Entonces?

· Tengo información de que el mismo alcalde estuvo dentro de su vehículo blindado a media cuadra de mi casa cuando irrumpieron las hordas del municipio.

· También sé que la secretaria del ayuntamiento, Valeria Guerra, personalmente pidió firmas de mis vecinos para usarlas contra mí.

· Solo 7 se prestaron a ello. Deberían de comparecer para probarlo.

· Creo que al igual que en mi caso, Miguel está metido en un laberinto que traerá consecuencias para las mismas autoridades.

· A lo largo de mi carrera me he enfrentado a empresarios del más alto nivel en defensa de los intereses de la industria en que operan mis negocios y he salido airoso.

· No tiene por qué suceder otra cosa en esta situación.

· De mi parte, iré hasta las últimas consecuencias. Siempre lo he hecho, y más, cuando la razón me asiste”.

Hasta ahí lo que me dijo Gustavo Mario de la Garza Ortega.

CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ

“Tal cual decía la abuela de Plácido en sus años como primera alcaldesa de México: “¿quieren más o les guiso un huevo?”, remata la irreverente de mi Gaby.

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