Claudia Sheinbaum quizá pudiera llegar a ser presidenta de este país si gobernara para todos.

Pero claramente Claudia comulga con ideas radicales, se identifica con AMLO, apoya el discurso de polarización y no acepta en su círculo a quien no piensa como ella... Entonces ¿cómo quiere ser presidenta de México?

Se toma fotos con gente y personalidades que están dentro de su núcleo político e ideológico. Pero se mantiene distante de todas aquellas mujeres, por ejemplo, que no sean de Morena.

Le es fácil moverse en círculos morenistas en la capital y alcaldías morenistas también, pero no se para en alcaldías de la oposición.

Sube videos cantando pero todos sabemos que está dirigido su momento musical a quienes la quieren, siguen e idolatran.

Pero yo veo ese video y la siento distante de mí. Sé que no me quiere convencer de nada. Lo que quiere es mantener vivos políticamente hablando a los suyos.

Ya estamos viviendo la “experiencia” de  lo que es que nos gobierne una persona que rechaza, señala y etiqueta  a personas que no simpatizan con él. Miles nos sentimos en un especie de desamparo y abandono. Sabemos que el presidente no gobierna para todos aunque él diga que sí y no hay manera que veamos que en algún momento este presidente por fin se reconcilie con el pasado y con los que no votamos por él.

Sinceramente, que yo recuerde, ni Felipe Calderón ni Peña Nieto dedicaban tanta atención a quienes no habían votado por ellos. Se enfocaban en lo que querían enfocarse pero no se detenían a mostrar resentimiento por quienes no los votaron. Pienso que ellos sabían que era demasiada perdida de tiempo. Cosa que no ha entendido el presidente AMLO.

Claudia Sheinbaum tiene que volverse más neutral y menos tendenciosa si de veras quiere ganar.  Ya se dio cuenta que en la CDMX solo cuenta con la mitad de la aprobación. Aquí, en donde radico, Querétaro, por ejemplo, ni se le conoce. Tal vez por eso no hace mucho tiempo vino a tratar de “presentarse” con los queretanos, pero su presencia pasó de noche.

A Claudia Sheinbaum le quedan dos años para tratar de convencer que va a gobernar para todos.

Le queda tiempo para no repetir los garrafales errores que está cometiendo AMLO. Disculparse por los errores cometidos no estaría mal. Creo eso la reivindicaría más que cientos de canciones grabadas cantando ella en su espacio más íntimo.

Le queda tiempo para ser más sonriente con las alcaldesas y alcaldes de la oposición. En especial, le queda tiempo para que uno pueda pensar en ella sin tener que pensar en el presidente.