El día de ayer cerca de las 11 de la noche atentaron contra la vida del periodista Ciro Gómez Leyva mientras se dirigía a su casa ubicada al sur de la Ciudad de México. Por fortuna salió ileso.

A Ciro lo quisieron matar por ejercer su profesión. Hace un par de días leí aquí en SDPnoticias que el balance anual de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) alerta que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, por encima de países en guerra como Ucrania.

Con voz entrecortada y visiblemente afectado por el lamentable suceso, Ciro narró en su noticiero matutino en Radio Fórmula lo ocurrido.

Un sujeto con la cabeza cubierta, chamarra blanca y conduciendo una moto se le acercó y disparó contra la camioneta blindada que conducía.

El presunto sicario aprovechó que en esa calle donde transitaba el comunicador en la colonia Florida de la capital del país para disparar en nueve ocasiones contra él.

La noticia impactó no solo al gremio periodístico, la sociedad en general está conmovida y tiene razón en estarlo, pues el tema de la seguridad a los periodistas sigue siendo tarea pendiente y muchas veces es minimizada por varios sectores que piensan que a la prensa hay que “pegarle” por “vendida” e incluso se sienten con el derecho de burlarse de lo que pudo ser una tragedia.

En México el uso (y mal uso) de las redes sociales nos hacen en muchas ocasiones sentirnos jueces, dioses y verdugos cuando algo terrible ocurre a quien no piensa como nosotros, no vive como nosotros, no hace lo mismo que nosotros.

Con asombro y bastante malestar leo los comentarios sobre este atentado en las redes y siento náuseas al ver la estulticia de ciertos cibernautas que se mofan de lo ocurrido o hasta acusan un falso atentado.

La estupidez suele traspasar ciertos límites pero cuando se trata de una vida, hay que medir el tono de las palabras y tener empatía.

Personajes de la esfera política han manifestado solidaridad con Ciro y expuesto su rechazo a algo que pudo tener consecuencias fatales.

Con el periodista se comunicó personalmente la jefa de gobierno capitalino, quien con seguridad dará celeridad al asunto y caerán los culpables.

También el presidente López Obrador en su conferencia mañanera abordó el tema:

”Quiero enviar mi solidaridad, enviarle mi apoyo Ciro Gómez Leyva. Ayer fue víctima de una atentado, afortunadamente no hubo consecuencias fatales, graves, y lo celebramos porque es un periodista, un ser humano, pero además es un dirigente de opinión pública y un daño a una personalidad como Ciro genera mucha inestabilidad política”, dijo

En efecto, es momento de actuar más allá del discurso.

Como Ciro han sido muchos los comunicadores que son amenazados, perseguidos o asesinados (17 en este 2022) solo por ejercer su profesión y esto debe parar.

Ni uno más , ni uno menos, debe ser la consigna.

Va mi respeto y solidaridad a Ciro con la firme certeza y confianza que él, que nosotros, los que vivimos de esta profesión, conservaremos la vida y la integridad en este gobierno humanista que debe apoyar la libre expresión.