Llueva, truene o relampagueé, habrá regreso a clases presenciales para el próximo ciclo escolar, aunque estemos en plena tercer ola de contagios de covid-19; lo anterior lo ha confirmado el Presidente López Obrador, de manera tajante con base a la información que le proporcionan sus funcionarios de la Secretaría de Salud, especialmente el célebre Hugo López-Gatell.

Curioso que fue el mismo subsecretario Hugo López-Gatell quien hace unos meses felicitó públicamente a la Cofepris por haber aprobado el uso de la vacuna Pfizer en menores de edad; y ahora sale a decir que no hay estudios que demuestren que los niños tengan que ser vacunados para protegerse del virus. Entonces ¿para qué aprobó la Cofepris su uso, si no hay evidencia científica de que dicha vacuna sea necesaria?

Como siempre y fiel a su estilo, Hugo López-Gatell prácticamente usa sus teorías de conspiración para tratar de invalidar las voces que piden que se vacune a este sector de la población antes de que regresen a las aulas, y afirma que en estos momentos no es algo imprescindible para proteger a nuestros niños.

Siendo que la política pública en materia de salud siempre debe basarse en la prevención, yo le preguntaría al subsecretario lo siguiente:

√ ¿Está dispuesto a asumir las consecuencias en caso de que se presenten casos graves de infecciones en niños o incluso fallecimientos?

√ ¿Existe algún estudio científico que le permita a él afirmar que no es necesario que se vacunen los menores de edad para protegerse de las nuevas variantes de la pandemia?

√ ¿Tienen ya habilitadas las zonas pediátricas de los hospitales del sistema de salud pública para atender pacientes que pudieran presentar complicaciones por este virus?

√ ¿Pondría usted subsecretario, su renuncia sobre la mesa desde el día de hoy para brindarle confianza a los padres de familia sobre la seguridad de sus afirmaciones?

√ ¿De que manera contemplaría él y el gobierno que representa compensar a las familias afectadas con algún hijo que enferme gravemente o fallezca por esta enfermedad, sabiendo que se trata de un daño irreparable?

Si Hugo López-Gatell careciera de estas respuestas, entonces no tendría bases para poder justificar la decisión de regresar a clases de manera presencial durante esta nueva ola de contagios.

Pero la terquedad de las autoridades no sorprende, y cuadra perfectamente con los señalamientos hacía la falta de recursos por parte del gobierno; después de la caída en la inversión privada y la baja en recaudación por el golpe que sufrió la actividad económica por la pandemia. Lo anterior, aunado a los gastos que se han realizado principalmente en los mega proyectos y programas sociales, habrían provocado un boquete que esta secando las arcas gubernamentales y que limitan la capacidad de la actual administración para poder hacer frente a esta crisis de salud de manera eficiente.

Ante esta situación a las autoridades les urge tratar de normalizar la actividad económica interna, de ahí que quieran que se regrese a clases lo antes posible, y de ahí también, que por ahora no tengan contemplada la compra de vacunas para personas menores de edad.

Lo ideal sería que empezaran a trabajar en un esquema en donde la iniciativa privada por medio de sus redes de hospitales pudieran adquirirle las vacunas al gobierno mexicano, para que este a su vez, pueda pagar de ahí la vacunación de las personas censadas en sus programas sociales y se le de la oportunidad a todos los sectores de la población de acceder a las vacunas a tiempo, y proteger sobre todo a los niños sin tener que esperar a que haya dinero en el gobierno.

Ojalá y no pase nada, ojalá que no haya nada que lamentar, ojalá que no sea la situación económica la que este empujando a tomar estas decisiones por encima de los datos científicos y la estrategia de prevención; porque dudo mucho que quieran asumir sus responsabilidades en caso de que las cosas no salgan bien, al contrario, mañana son capaces de culpar hasta al mismísimo osito Bimbo, con tal de justificar su fracaso y negligencia.