“La vida es demasiado corta para que la hagamos mezquina.”

BENJAMIN DISRAELI

Diría ya el muy consabido clásico: “Houston, tenemos un problema”. Aunque son varios, muchos, demasiados. Pero el problema del narcotráfico, junto con todos los que se derivan del mismo, le importa en especial a Houston, a Miami, a Washington, a todo el gabinete de Donald Trump y al pueblo estadounidense. Al respecto, la administración trumpista reportó la incautación y posterior decomiso de 11.5 kilos de fentanilo; tres millones de pastillas o dosis. Esta operación ha sido el mayor golpe al fentanilo y posiblemente al narcotráfico en la historia de la Unión Americana. Y es que, al mismo tiempo, las autoridades de la DEA decomisaron también 35 kilos de metanfetaminas, 35 kilos de cristal, 7.5 kilos de cocaína, 4.5 kilos de heroína, 49 armas y cinco millones de dólares en efectivo. Obviamente, al haber sido decomisados allá, el dinero se lo queda el gobierno estadounidense.

Digo que quizá sea la mayor incautación, porque ya sabemos que a Trump y a su equipo les encanta fanfarronear y que para ellos no hay nada más grande, más hermoso, mejor hecho que sus acciones. Pero eso no quita que hicieron algo —y lo están haciendo constantemente— ; algo que debieran haber realizado los gobiernos federal y locales mexicanos o, de perdis, haber apoyado al gobierno de los Estados Unidos. ¿Qué está pasando?

El asunto es que el gobierno de EU no solo decomisó droga, dinero y armas. Detuvo en el proceso a 16 miembros del Cártel de Sinaloa

La Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, confirmó el decomiso de la droga y aseguró que la organización que operaba todo el tinglado es dicha banda criminal. ¿Qué hace nuestro país? Desde el atril de la mañanera, la presidenta Sheinbaum dijo: “ayer fue una detención y un decomiso muy importante en Estados Unidos, ellos lo vinculan con un grupo delincuencial de México…” 

Pues sí, pero más allá de que lo digan, los norteamericanos dieron a conocer fotografías de los individuos que habían detenido. El líder principal, si bien ya vivía en Estados Unidos, entró de manera ilegal a ese país desde México. Se trata de un delincuente mexicano, al igual que el resto de los detenidos. Con lo cual, no solo es que pueden vincularlos con un grupo delincuencial de nuestro país, sino que los detenidos ¡son todos mexicanos!

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Lo que conlleva a una pregunta fundamental, ¿por qué en este lado de la frontera no detuvieron ese cargamento y a esos delincuentes? 

A ver: tiene razón Claudia Sheinbaum al señalar que Estados Unidos tiene que hacer su parte contra el fentanilo, pero su dicho se convierte de inmediato en un espejo que grita a voces que México también tiene que hacer su parte en la frontera, en las aduanas, en la incautación de droga en territorio nacional, en la persecución y procesamiento de delincuentes.

La droga decomisada en Estados Unidos siembra una duda más sobre las autoridades mexicanas, pues esta circuló y pasó primero por México y nadie dijo nada. 

Trascienden estos hechos cada vez más frecuentemente. Ya había comentado en alguna ocasión que en China decomisaron un buque con fentanilo mexicano; curiosamente, ninguna autoridad lo vio en México. Estos y otros eventos siembran inquietudes sobre las autoridades en nuestro país; no son los trumpistas los únicos que sospechan de la honestidad de las autoridades mexicanas

Esta operación de los Estados Unidos es algo que no vimos lo realizara el gobierno obradorista. Ir contra los narcotraficantes, en toda regla y con todo. Perceptible un cambio radical en el gobierno del ‘segundo piso de la transformación‘, pero sigue siendo insuficiente. La 4t actúa cuando Trump presiona. 

El combate al narcotráfico es una responsabilidad compartida y, bajo ese marco, ambos gobiernos deben de trabajar de manera conjunta pero también con un esfuerzo de similar calibre. Y dado que el esfuerzo no está siendo equiparable, surgen sospechas que entorpecen la cooperación. El gobierno estadounidense no confía en las autoridades mexicanas. No en balde Trump pide la vía franca para sus soldados…

Urge entender: el fenómeno hace mucho ha dejado de ser solo mexicano o solo estadounidense. Mas en ocasiones pareciera que el morenismo olvida este hecho y privilegia una mezquindad, un gran ego, disfrazándolo de soberanía

El poder de los narcotraficantes es internacional y solo con el trabajo, la inteligencia y la humildad de reconocer las propias limitaciones es que se le podrá poner un alto.

Giro de la Perinola

(1) Error de principiantes que tendrá consecuencias mortales. La fiscal de EU fue acompañada de todos los agentes que estuvieron inmiscuidos en el referido decomiso. Los felicitó. No se ha enterado que no se enseña la cara de las personas que desarticulan a las bandas delincuenciales, traficantes de narcóticos. Les acaba de ‘pintar una gran diana’ en cada una de sus caras... 

(2) Leopoldo Chávez Vargas, candidato a juez en las próximas elecciones judiciales de México, estuvo preso en Estados Unidos por tráfico de fentanilo. Permitir sea candidato ¿también es democratizar al Poder Judicial, señora presidenta? Y no salga con que la culpa es del INE. Esto es producto de la pésima reforma a esa rama del Estado y de que los legisladores morenistas están asociados a delincuentes, y que ahora los apoyan para llegar a importantes cargos del aparato judicial.