En el lapso de 7 días, del 16 al 22 de enero del presente año, la Procuraduría Federal del Consumidor recibió 338 denuncias ciudadanas por la entrega de litros incompletos de gasolina en estaciones de servicio.

Un método para el robo de combustible es la colocación de un aparato denominado “gusano” en las bombas despachadoras, para alterar la medición durante la venta del combustible.

Los automovilistas víctimas de esta tecnología señalan que el recibir menos combustible de lo pagado es un verdadero robo, en declaraciones al noticiero “En Punto”.

Por su apariencia, a los aparatos se les han apodado rastrillos, diablitos o “gusanos”. Se trata de dispositivos tecnológicos que pueden robar entre el 8 y el 30% de cada carga de gasolina.

La Profeco detectó 5 manipuladores tecnológicos instalados en bombas de gasolina el año pasado. Y uno en lo que va del año en una gasolinería de Gómez Palacio, en Durango.

"Son aditamentos que le ponen a la tarjeta madre de las bombas, al cerebro de la bomba que despacha la gasolina ese cerebro es el que controla que el litro sea de a litro. Permite que desde la oficina del dueño de la gasolinera pueda él modificarlo a gusto, puenteas parte de la tarjeta para que se lo brinque y tiene un transmisor".

Ricardo Sheffield, Procurador Federal del Consumidor:

Se calcula que 20% de las 12 mil 500 gasolinerías que hay en México despacha litros incompletos, por fallas técnicas o prácticas corruptas como la instalación de “gusanos”.

"Debe haber algún fabricante de bombas que te venda por aparte ese aditamento, obviamente no te lo factura ni lo ofrece en el mercado, pero no es algo que pueda hacer cualquier persona, está sofisticado".

Ricardo Sheffield, Procurador Federal del Consumidor:

Por este motivo, a partir del segundo semestre de 2020, Profeco realizará además de verificaciones físicas en gasolinerías, verificaciones del software de las bombas, para prevenir alteraciones remotas.