Mérida, 25 Feb. (Notimex).- Yucatán ha iniciado proyectos para promover la cultura de las plantaciones comerciales como el cedro, ciricote y huano, entre otras, para hacer de la actividad agrícola un sector económico más sustentable.

Desde hace un par de años, la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesquero del gobierno del estado, así como dependencias federales promueven el desarrollo de cultivos agroforestales.

De acuerdo con la dependencia estatal, el proyecto también incluye el apoyo de ?ProÁrbol?, que es el principal programa federal de apoyo al sector forestal.

Este programa ordena en un solo esquema el otorgamiento de estímulos a los poseedores y propietarios de terrenos para realizar acciones encaminadas a proteger, conservar, restaurar y aprovechar de manera sustentable los recursos en bosques, selvas y zonas áridas.

De igual forma, se cuenta con el apoyo de la Comisión Nacional Forestal (COnafor), que orienta a todo productor interesado en cultivar especies forestales, ya que hay que desarrollar un análisis particular de acuerdo con el potencial de cada terreno.

La Conafor ofrece a los productores interesados de manera gratuita las plantas para sembrar y se apoya con mil 425 pesos por hectárea, cada año, para transportar la planta y establecerla en el terreno.

En el área de producción de este programa se pueden explotar terrenos con dos especies forestales que se consideran importantes por su valor económico que son el cedro y la caoba.

Dentro de ?ProÁrbol? también se apoya la producción de especies como la melina, teca y palma de huano y de especies en peligro de extinción como guayacán, granadillo, ciricote, jícaro, diversas palmas, entre otras.

Según la dependencia, sería hasta mediano plazo cuando empiecen a observarse los primeros resultados en estos primeros proyectos, mismos a los que se requiere darle seguimiento para consolidar la producción de plantaciones comerciales como una actividad económica en Yucatán.

Actualmente, el 100 por ciento del insumo que utiliza el sector maderero local proviene de fuera, en especial de entidades como Campeche y Quintana Roo, donde se trae cedro en su mayoría, además de que se importan especies como pino y caoba de Estados Unidos, Chile, Argentina y Brasil.

Esto hace que mucho de sus insumos se coticen en dólares, lo que representa una presión importante para las utilidades que genera el sector, el cual ocupa a más de cinco mil personas de forma directa e indirecta.

Por ello, surgió el interés de empezar a posicionar a Yucatán como una entidad productora de sus propias maderas, un proyecto que llevará tiempo y esfuerzo para alcanzar el éxito.

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