México.- Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas en el mundo, se opone a su legalización, pero un número creciente de sus estados permiten su consumo amparados en razones médicas y terapéuticas.

El Gobierno del Presidente Barack Obama rechaza cualquier intento por una legalización plena de las drogas bajo el argumento de que las investigaciones muestran que un aumento del consumo tendría efectos devastadores en la salud pública y la seguridad del país. Pero, en el mundo real, 16 estados y la capital estadounidense, Washington D.C., permiten el uso médico de la mariguana.

Por ejemplo, en Arizona una persona puede portar 28 gramos de cannabis, lo que equivale a seis plantas, mientras que en el noroccidental estado de Washington toleran hasta 768 gramos, unas 15 plantas.

California, el estado pionero que inició la tendencia para el uso médico de la planta desde 1996 con un referendo, despenalizó los castigos contra su uso, posesión o cultivo, aunque se requiere pagar de 33 a 66 dólares para registrase como paciente.

La lista de padecimientos elegibles para el uso terapéutico de la mariguana ha crecido y es bastante variada: cáncer, glaucoma, VIH, hepatitis, Alzheimer, náusea, epilepsia y esclerosis múltiple. Algunos estados permiten su uso para dolores de cabeza severos.

Estas fórmulas se han convertido en un fenómeno con creciente respaldo popular. Un sondeo de Gallup divulgado este mes mostró que 50 por ciento de los estadounidenses apoya legalizar la mariguana; en 2006, esa cifra era del 36 por ciento.

Entre las razones figuran algunas de orden económico: su legalización permitiría recaudar impuestos y reduciría el costo presupuestal que implica encarcelar a los fumadores de cannabis.

El apetito estadounidense por la mariguana lo hace no sólo el principal productor a nivel global, sino el concentrador del 25 por ciento de todos los usuarios del mundo y, pese a que su consumo cayó durante varios años, repuntó a partir de 2009.

Pero la situación del consumo de la cocaína es más concentrada, toda vez que Estados Unidos alberga al 37 por ciento de todos los adictos del mundo.

Se trata, según organismos internacionales como la ONU, de una crisis de salud pública que ocasionó 36 mil muertes en 2006, equivalentes a 182 decesos por millón de habitantes de entre 14 y 64 años de edad.

La Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen estima que el mercado de drogas ilegales asciende a más de 300 mil millones de dólares anuales a nivel de menudeo en Estados Unidos.

El Departamento de Justicia reconoció este mes en una audiencia legislativa que en la potencia americana se lavan unos 85 mil millones de dólares de las ganancias ilícitas del narcotráfico, del total de 580 mil millones de dólares a nivel internacional.

"Tenemos la responsabilidad de reducir la demanda de drogas en los Estados Unidos. Es un hecho que el uso de drogas ilícitas propicia crimen, violencia, adicción e inestabilidad en nuestra nación y en nuestro hemisferio", dijo recientemente Gil Kerlikowske, quien dirige la Oficina Nacional de Política para el Control de las Drogas.

El Gobierno de Obama mantiene que el problema de entre 20 y 25 millones de estadounidenses considerados como adictos debe ser encarado como una enfermedad prevenible que requiere tratamiento médico.

Por ello, el pasado 13 de febrero, Obama pidió al Congreso un presupuesto de 10 mil millones de dólares para reducir el consumo de drogas en el país para el año fiscal 2013.

Sin embargo, funcionarios reconocen que una parte del problema de Estados Unidos es que existe un sistema de tratamiento "segregado", además de que hay 68 millones de personas que no son adictos, pero consumen alcohol o drogas en forma excesiva.

Europa prefiere cannabis

El consumo de narcóticos en Europa se estabilizó en los últimos años, con la cocaína en un nivel máximo, pero con la cannabis como la droga más usada, reveló el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (EMCDDA).

El documento presentó un balance de la evolución del consumo, producción y tráfico de drogas en los 27 países miembros de la Unión Europea, más Croacia, Turquía y Noruega, entre noviembre de 2010 y el mismo mes de 2011.

La investigación mostró que la mariguana es la sustancia ilícita más consumida en el continente: un total de 78 millones de europeos de entre 15 y 64 años de edad (23.2 por ciento de la población de Europa) la han usado al menos una vez en su vida.

La cocaína ha sido experimentada por unos 14.5 millones de personas en Europa, un 4.3 por ciento de la población europea, y las anfetaminas por otros 12.5 millones, un 3.8 por ciento de los europeos.

El uso de opiáceos, como la heroína, es más limitado (entre 1.2 y 1.5 millones de europeos), pero es responsable por el mayor número de muertes y problemas de salud relacionados al uso de drogas.

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