Buenos Aires, 27 feb (EFE).- La presidenta argentina, Cristina Fernández, se refirió hoy por primera vez a la tragedia ferroviaria que dejó 51 muertos la pasada semana en Buenos Aires para exigir celeridad a la Justicia y anunciar que esperará a la resolución judicial antes de tomar decisiones políticas sobre el tema.

"Tomaré las decisiones que sean necesarias una vez que la Justicia (resuelva)", dijo la mandataria, que había guardado silencio desde que se produjo el accidente, el pasado miércoles, y que hoy apareció de riguroso luto y estuvo a punto del llanto en más de una ocasión.

"Le pido algo a la Justicia. Esta pericia para determinar los responsables directo e indirectos (del accidente) no puede durar más de 15 días", agregó durante un acto de marcado carácter nacionalista por el bicentenario de la bandera argentina.

"Los 40 millones de argentinos y las víctimas necesitan saber qué es lo que pasó y quién es el responsable", insistió Fernández, que no se refirió en ningún momento a las posibles responsabilidades políticas de la tragedia ni a las críticas de familiares de las víctimas contra varios de los ministros de su Gobierno.

El accidente, considerado una de las mayores tragedias ferroviarias de Argentina, se produjo a primera hora del pasado miércoles cuando un tren del servicio de cercanías de Buenos Aires se empotró contra un andén de la estación Once de la capital, una de las tres más importantes de la ciudad, con un saldo de 51 muertos y más de 700 heridos.

El siniestro ha destapado las graves carencias de la red de trenes gestionada por la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), uno de los más poderosos grupos de transporte del país, ligado a exfuncionarios kirchneristas hoy investigados por corrupción.

Vagones sucios, con agujeros, sobrecargados, sin puertas, sin cristales en las ventanillas, con problemas mecánicos, son sólo algunos de los problemas que han salido a la luz en los últimos días