Por primera vez en 20 años, un brote de sarampión provocó la muerte de una persona en Río de Janeiro, ciudad ubicada en una región de Brasil donde se había declarado como erradicada a la enfermedad.

La Secretaría de Salud en ese país informó que la víctima fue un bebé de ocho meses, identificado como David Gabriel dos Santos, quien fue hospitalizado desde el pasado 22 de diciembre por un cuadro de neumonía.

Sin embargo, dos estudios de laboratorio posteriores revelaron que el menor había contraído el virus del sarampión, que le causó la muerte el 6 de enero.

Anuncia nueva etapa de campaña nacional contra el sarampión

El caso de David Gabriel puso en alerta a las autoridades de Río, donde según informaron las autoridades, se registraron 333 casos de sarampión el año pasado y se calcula que en 2020 podrían superar los 10 mil.

En un comunicado, la dependencia informó que de forma preventiva, el próximo 15 de febrero celebrará la tercera etapa del Día “D” de movilización nacional contra el sarampión en todo Brasil, con lo que buscará evitar contagios en niños y jóvenes de cinco a 19 años de edad.

“El objetivo del Ministerio de Salud es vacunar a 3 millones de personas en este grupo de edad”.

Secretaría de Salud de Brasil

Sarampión: síntomas y formas de contagio

El sarampión es una enfermedad grave en los niños pequeños, pero de fácil prevención mediante una vacuna.

La infección es altamente contagiosa y puede ser transmitida a través de gotas de saliva expulsadas al toser, estornudar o incluso hablar.

De acuerdo con la Clínica Mayo, es hasta diez o catorce días después de la exposición que aparecen los síntomas de la enfermedad, entre ellos:

  • Tos
  • Secreción nasal
  • Inflamación de los ojos
  • Dolor de garganta
  • Fiebre
  • Sarpullido rojo y con manchas en la piel.

Hasta el momento no hay un tratamiento específico para el sarampión. La mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas, aunque puede causar complicaciones graves como ceguera, encefalitis, diarrea intensa y neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos.

Con información de Notimex, AP, Clínica Mayo y OMS.