El alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, anunció el pasado miércoles su intención de prohibir la venta de grandes envases de bebidas venidas en restaurantes, cines y tiendas.

La nueva norma impedirá a dichos establecimientos ofrecer bebidas edulcoradas de más de 16 onzas, lo que equivale a casi medio litro.

Aunque para muchos estadounidenses es buena idea que quiten el refresco, no sólo se quedó ahí y es que el alcalde planea quitar todas las bebidas que contengan azúcar.

El alacalde asegura que es momento de meterle freno a la obesidad del país y esto será una de las muchas medidas que hará para poder prevenirlo.