El vuelo 2385 de la aerolínea Delta Airlines terminó en escenas de caos y peleas, luego de un retraso de casi 8 horas en la pista del aeropuerto JFK de Nueva York, en donde los pasajeros ni siquiera pudieron abandonar la aeronave.
El retraso, que se habría dado por motivos del mal estado del tiempo en el área del aeropuerto, comenzó a provocar molestias a los pasajeros ante lo que pareció falta de atención del personal del vuelo.
Por ejemplo, personas que se encontraban en la aeronave señalaron que por espacio de más de dos horas, no se les proporcionó información, ni agua para beber.
Los ánimos comenzaron a caldearse y eventualmente se tuvo que solicitar la intervención de la policía, ante los conatos de bronca dentro de la cabina de pasajeros.
Algunos de los pasajeros reportaron en redes sociales los problemas dentro del avión, que fue bautizado como “el vuelo del infierno” por la tardanza para el despegue y los conflictos que ocurrieron durante el retraso.
Luego de una larga espera, hasta las 11 de la noche, el aeropuerto terminó por despegar, llegando a su destino, Miami, Florida, a las 2:30 de la madrugada.
Por otra parte, pese a que las autoridades intervinieron para lograr calmar los ánimos antes del despegue, también decidieron no realizar arrestos entre los pasajeros.