McDonald’s se ha visto nuevamente sumido en la polémica tras un escándalo suscitado en uno de sus restaurantes en China, luego de que éste colocara en un cartel que en donde informaba que las personas afrodescendientes no eran admitidas en el lugar.

Luego de que en China se comiencen a retomar las actividades diarias tras controlar el brote de Covid-19, McDonald’s ha dado de qué hablar luego de que en redes sociales circulara un letrero colocado en uno de sus restaurantes en Guangzhou en el que informaba que la entrada a personas afroamericanas estaba prohibida.

“Desde ahora nos han informado que no se permite la entrada a personas negras al restaurante”

McDonald's China

Este cartel fue colocado en el restaurante supuestamente ante el temor de que las personas negras o afrodescendientes sean portadores del coronavirus. En el video se puede observar dicho anuncio mientras uno de los clientes lo graba mientras está en McDonald’s hasta que una empleada del lugar le quita el anuncio.

La promoción de odio a raíz del coronavirus

El anuncio del restaurante de comida rápida provocó una ola de indignación contra McDonald’s, empresa a la que se le tachó de promover la discriminación, el racismo y la xenofobia entre la población negra que radica o nació en China.

Esto provocó que la empresa sacara un comunicado en donde se disculpaban y aseguraban que esa ideología no era representativa conforme a sus valores inclusivos por lo que de inmediato cerraron el local en Guangzhou.

“Como marca, como empresa y con más de 2.2 millones de personas sirviendo en 120 países en todo el mundo, esto no es representativo de nuestros valores inclusivos”

McDonald's

Esta tensión creciente de racismo entre los ciudadanos afroamericanos radicados en China se produjo luego de que funcionarios chinos advirtieron sobre el creciente número de casos por coronavirus importados, lo que ha avivado la xenofobia en el país.

Esto ha provocado no solo el mensaje de odio dentro del restaurante sino que miles de residentes africanos han sido desalojados de sus viviendas por vecinos y propietarios, rechazados en hoteles aunque muchos de ellos no cuenten con antecedentes recientes de viajes o de contacto alguno con pacientes positivos a Covid-19.