México. - Este jueves 16 de julio, El Vaticano publicó un manual en el cual se explica a los sacerdotes de todo el mundo, qué es lo que se debe hacer en caso de tener constancia de casos de abusos sexuales a menores de edad, una medida por medio de la cual se busca brindar ayuda a las víctimas y que por otro lado, se ha interpretado como un mecanismo para evitar escándalos.

El documento es producto de la conclusión de la cumbre sobre los abusos, a la que el papa Francisco convocó desde el mes de febrero del año pasado, en el marco de las conferencias episcopales a nivel global y en él, se incluye una lista de pautas de carácter técnico sobre los procedimientos a seguir en casos de pederastia.

De acuerdo con lo informado por EFE, en el manual se repasa la legislación vigente en la Santa Sede y su objetivo, es avanzar en el tratamiento de los abusos sexuales a menores, para terminar con lo que se definió como una “herida profunda y dolorosa que debe ser curada”.

Al respecto, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis F. Ladaria Ferrer, explicó que la finalidad del documento, es ayudar a los miembros del clero en todo el mundo en “la delicada tarea” de gestionar estos casos, que dijo, a veces afrontan con incertidumbre sobre la práctica.

Por su parte, el secretario de la Congregación, Giacomo Morandi aclaró que el manual “no promulga ninguna nueva norma” pero que la verdadera novedad es que “por primera vez el procedimiento se describe de forma organizada”, desde la denuncia de un caso, hasta el consiguiente juicio.

El compendio, se encuentra sujeto a que se hagan actualizaciones en función de posibles cambios legislativos en El Vaticano, así como a las peticiones o sugerencias que puedan presentarse por parte de los clérigos.

En el manual que contiene 15 páginas, se destaca que la tipología de los abusos es “muy amplia”, ya que contempla y detalla diversos escenarios como las relaciones sexuales “consentidas o no consentidas”, así como el contacto físico con intención sexual, masturbación, producción de pornografía o inducción a la prostitución.

Asimismo, estipula de manera detallada el tratamiento a seguir cuando un clérigo recibe información sobre un caso de abuso, pues se apuntan los pasos para valorar la verosimilitud de la denuncia, cuándo y cómo abrir una investigación previa sobre los hechos y el modo de cooperar con las autoridades civiles.