Quito, 23 Ago. (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, comparó ayer la posición del Reino Unido en el caso de Julian Assange con la que mantuvo cuando el año 2000 denegó la extradición a España de Agusto Pinochet y opinó que hay “contradicciones” y “doble estándar”.

“Mientras a un criminal de esa calaña como Augusto Pinochet se negó su extradición a España por motivos humanitarios, a Julián Assange se dice que se tiene la obligación de extraditarlo” a Suecia, dijo Correa en un encuentro con la prensa extranjera.

Se lamentó de que “ni siquiera” se ha dado la garantía de que al fundador de WikiLeaks no se lo vaya a extraditar “a un tercer país, “hablemos claro, a Estados Unidos, donde no hay garantías de un proceso justo y donde existe pena de muerte y cadena perpetua por delitos políticos”.

Precisamente fue el hoy ex juez español Baltasar Garzón, actualmente en el equipo de defensa de Assange, el que dictó en 1998 el procesamiento del ex dictador chileno Pinochet, que por ese motivo fue detenido en Londres y solicitado en extradición por España por crímenes de lesa humanidad.

En marzo de 2000 el Gobierno británico denegó la extradición de Pinochet y le concedió la libertad.

“Ecuador no se vende”. Consultado sobre la posibilidad de que en el Congreso de EU niegue la extensión de las preferencias arancelarias a Ecuador por la concesión del asilo a Assange, Correa dijo que ello sería una contradicción, pues Estados Unidos “dice que no tiene nada que ver” con el caso Assange.

“Que hagan lo que les dé la gana, Ecuador no vende su soberanía”, dijo.

Hay contactos. Correa confirmó también que ha habido contactos con funcionarios británicos de “nivel medio” por el caso Assange e hizo votos para “retomarlos al más alto nivel” al subrayar que Ecuador está abierto al diálogo.

“Pese a que no hemos recibido ninguna disculpa por parte de Gran Bretaña y no se ha retractado explícitamente de esta amenaza que es al planeta entero, estamos totalmente abiertos al diálogo”, dijo en relación con las advertencias de una posible irrupción policial en la embajada ecuatoriana.