Damasco.- Más de 50 personas fallecieron a consecuencia de dos poderosas explosiones que estremecieron la capital siria, informó el jueves el ministro de Salud.

Eso convierte los atentados ocurridos la mañana del jueves en los más mortíferos en Damasco desde que inició la insurrección hace 14 meses. Ningún grupo se atribuyó de inmediato los hechos.

Las explosiones dañaron en gran medida un edificio de inteligencia militar y dejaron sangre y restos humanos en las calles.

Los estallidos sucedieron aproximadamente a las 7:50 a.m., cuando normalmente los empleados están llegando a sus trabajos.

La televisión siria dijo que 170 personas quedaron heridas en una de las más potentes explosiones de una serie de ese tipo de ataques que se han producido en la capital en este año.

Un periodista de The Associated Press que llegó al lugar dijo que vio a paramédicos, con guantes de goma, que recogían restos humanos de las calles después de las explosiones. En el lugar se veía automóviles destruidos y camionetas descubiertas en llamas.

Un periodista de The Associated Press que llegó al lugar dijo que personal paramédico recogía restos humanos de las calles después de las explosiones y que había automóviles y camionetas en llamas en el lugar. El muro exterior del complejo del servicio de inteligencia se derrumbó y otras paredes fueron dañadas, aunque las instalaciones en el interior parecían intactas.

El gobierno sirio responsabilizó a "terroristas" por las explosiones y dijo que decenas de personas murieron o quedaron heridas, en su mayoría civiles.

El centro de Damasco se halla bajo estricto control de las fuerzas de seguridad del presidente Bashar Assad, pero ha sido escenario de explosiones de varias bombas, a menudo contra instalaciones de seguridad o contra convoyes.

La más reciente explosión ocurrió el 27 de abril cuando un atacante suicida detonó los explosivos que llevaba adheridos al cuerpo en Damasco, cerca de un grupo de las fuerzas de seguridad, causando la muerte a nueve de ellos, y dejando 26 heridos.

El conflicto en Siria comenzó en marzo del 2011 con multitudinarias protestas callejeras que pedían reformas políticas. El gobierno aplicó medida represivas, enviando tanques, tropas y francotiradores a fin de terminar con las protestas de oposición. Muchos soldados han desertado de las filas del gobierno y actualmente combaten con los grupos prodemocráticos.

Desde entonces han muerto unas 9.000 personas, según información de Naciones Unidas.