Perú -Durante el mandato del expresidente Alberto Fujimori en la década de los 90 en Perú, miles de mujeres fueron esterilizadas. Eran obligadas a ingresar a salas de operaciones para intervenirlas y otras eran directamente esterilizadas sin su consentimiento cuando acudían al médico por otras razones. Y si se oponían, sufrían amenazas, coacciones e incluso chantajes para someterlas finalmente a esterilizaciones quirúrgicas.

Sin duda un flagelo social que atentó contra los derechos humanos de esta peruanas, procedentes en su mayoría de las zonas más pobres de Perú, como Huancavelica, Piura, Ayacucho, Cuzco, Apurímac, La Libertad, Puno y Cajamarca, aunque también de las periferias urbanas.

?Las mujeres sabían que les atenderían la salud, pero nunca les explicaron qué eran las ligaduras o lo que llamaron las AQV (Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria). Fueron engañadas?, asegura Hilaria Supa, excongresista peruana y actual parlamentaria andina de origen quechua, quien fue pionera en formalizar las primeras denuncias sobre estos casos.

Ahora la Defensoría del Pueblo peruano afirma que entre 1996 y 2001 hubo un total de 272.028 ligaduras de trompas en mujeres y 22.004 vasectomías en hombres, cifras que superan con creces las esterilizaciones de años anteriores. Y Gracias al activismo de varias ONG y asociaciones de víctimas, el caso de una de estas mujeres, Mamérita Mestanza, que falleció tras ser esterilizada, llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Por lo cual, la parlamentaria andina Hilaria Supa, tiene esperanza en que el futuro traiga la reparación debida a las víctimas: ?Luego de 18 años, esperamos que la Fiscalía haga la denuncia respectiva. Han pasado también tres Gobiernos, el de transición de Valentín Paniagua, el de Alejandro Toledo y el de Alan García, que no hicieron nada. Pienso que este Gobierno sí reparará a las víctimas?, Declaró.

Con información de DW